Un exdirectivo de Terra Mítica: “No se pagó dos veces lo mismo”
Las acusaciones oponen documentos a la defensa de Antonio Rincón
Antonio Rincón, antiguo director técnico de Terra Mítica enfrentado ahora a una petición de pena de 10 años de cárcel en el juicio que se sigue en la Audiencia de Valencia por supuestas irregularidades en la construcción del parque temático de Benidorm, negó este lunes que la empresa de ocio pagase varias veces por las mismas cosas, como mantienen las acusaciones. “Es imposible que se pagase dos veces por lo mismo. Había más de 150 técnicos controlando todo esto”, afirmó.
Rincón insistió en la magnitud del proyecto para el que le ficharon en 1999, explicó, por su condición de ingeniero: “Eran como 110 campos de fútbol todos construyéndose a la vez, uno al lado del otro”. Y se desvinculó de lo relacionado con la contratación y elección de empresas ante las preguntas de la Abogacía del Estado y la Fiscalía, que le atribuyen estafa, falsedad documental y delitos fiscales.
La letrada de Terra Mítica, que es a la vez acusada y acusación en el juicio, leyó sin embargo un acta de la comisión ejecutiva del parque de junio de 1999 que contradecía esa tesis. En el debate sobre dos opciones para la contratación de una obra del parque, el director técnico recomendó elegir “la segunda opción”. La comisión ejecutiva decidió, sin embargo, rechazar su propuesta por ser 40 millones de pesetas (240.000 euros) más cara que la otra y pedir a la dirección general que siguiera negociando. “Puede que lo dijera, pero yo nunca intervenía en estos temas”, respondió el acusado.
"Yo firmaba con la conciencia de que el trabajo se había hecho", afirma Rincón
El exdirectivo afirmó que los expedientes identificaban la zona del parque temático en la que se hacían las obras o servicios abonados por Terra Mítica. Pero la Fiscalía puso sobre la mesa distintas facturas de limpieza en las que no constaba en qué parte del parque se llevaron a cabo. Rincón mantuvo que hubo “muchísimas visitas institucionales” que exigieron poner a punto las instalaciones con rapidez. Así sucedió entre otras, dijo, con la visita de Ana Botella, esposa de José María Aznar, que era presidente del Gobierno.
Como en jornadas anteriores hicieron los otros tres antiguos directivos acusados, Rincón aseguró que dio el visto bueno al pago de facturas por servicios presuntamente inexistentes porque le llegaron con el visto bueno de otros departamentos del parque. “No tenía conocimiento directo de que la obra estuviera hecha, sino por lo que me decían. En eso se basa la gerencia. Yo firmaba con la conciencia de que el trabajo se había hecho”, contestó a preguntas de los abogados de la defensa.
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