La fregona de 500 euros
Un coleccionista anónimo consigue en una subasta uno de los primigenios 'lavasuelos' de Manuel Jalón, el español que inventó la fregona actual
"Mira lo que se han dejado los de la limpieza", es el típico comentario de los visitantes del Museo del Diseño de Barcelona cuando ven el ejemplar del cubo escurridor Doméstico, el primer modelo de fregonas, inventado en 1956 en Zaragoza por Manuel Jalón. A simple vista, el viejo cubo de hierro con pedal y rodillos de madera no parece valer mucho. Y el palo con fibras de algodón que lo acompañan, menos. Pero la broma ha perdido algo de gracia desde que un coleccionista anónimo pagara ayer 500 euros por uno de estos artefactos.
El anuncio de la venta de uno de los primeros lavasuelos —como Jalón intentó bautizar su invento— causó un revuelo "espectacular" entre la prensa, los comerciantes y los coleccionistas. El experto en diseño de la sala de subastas Balclis Joan Cervelló explica que el artículo pertenecía a un residente en Cataluña y que el importe de salida ya estaba cubierto desde hacía días. "Pusimos el precio de 300 euros de forma simbólica porque es la primera vez que se subasta algo así", admite.
La ficha de Doméstico en el museo catalán afirma que se fabricaron unas 200 unidades. Se montaban entre una y dos cada día de forma artesanal en un taller de Zaragoza. Rodex, la empresa de Jalón, dejó de producirlos en 1967.
Entre los tres interesados en la subasta estaba Daniel Echevarría, un pensionista de Barcelona que acudió a la sala solo por la fregona. "Como coleccionista modesto que soy, me puse de límite 500 euros, pero incluyendo la comisión", comenta. Perdió la puja por poco, su última oferta fue de 475 euros. Se la adjudicó un cliente por teléfono del que no se han dado datos.
Es la primera vez que se subasta una unidad de este modelo, del que se fabricaron unas 200
Manuel Jalón (1925-2011), que nació en La Rioja pero pasó la mayor parte de su vida en Zaragoza, siempre consideró su diseño de una jeringuilla desechable su mayor aportación a la sociedad. Pero fue la fregona la que lo hizo famoso.
La inspiración le vino después de un viaje a Estados Unidos con el Ejército, donde ejercía de ingeniero aeronáutico. "Allí vio unos cubos industriales donde, a través de unos rodillos, se pasaban las telas con las que los americanos limpiaban los hangares ayudándose de unos palos", explica el arquitecto especialista en diseño industrial Juli Capella. "La primera hazaña de Jalón fue adaptar este sistema al uso doméstico. Pero su gran descubrimiento vino años después, cuando ideó la primera fregona de plástico con el cesto circular para estrujar", afirma.
Fue este último modelo, Gaviota, el que hizo que Jalón se ganara el título de inventor de la fregona. Así lo consideró la Audiencia Provincial de Zaragoza en 2009, cuando falló a su favor en un litigio abierto contra los descendientes de Emilio Bellvis Montesano, que atribuían la autoría a su familiar. El conflicto, según el tribunal, radicaba en que ninguno de los diseños figuraba en el Registro de la Propiedad Industrial bajo el término fregona. Si bien la de Bellvis se registró cuatro años antes que la Gaviota de Jalón, la Audiencia dio la razón a este porque las "fregonas actuales son tipológicamente iguales" a su modelo.
"Es un diseño tan perfecto, que casi no ha cambiado", destaca Capella, que participó como perito en el juicio. A diferencia de Doméstico, Gaviota no se oxidaba porque estaba hecha de plástico, por lo que también pesaba menos. Aun con sus inconvenientes y aunque sea por unos pocos años, el primer modelo de Jalón ayudó a reducir problemas de salud provocados por fregar de rodillas, como la artritis. Pero sobre todo, contribuyó a dignificar un trabajo que hasta entonces se miraba por encima del hombro.
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