La oposición se subleva contra Boi Ruiz
Todos los diputados, salvo los de ERC y Marina Geli, plantan al consejero en la Comisión de Salud del Parlament
La oposición dio ayer un golpe en la mesa durante la comisión de Salud del Parlament y plantó al consejero Boi Ruiz como protesta por las últimas medidas tomadas por su departamento, como la puesta en marcha del consorcio sanitario de Lleida o el proyecto VISC+ de venta de datos sanitarios anónimos. Todos los partidos, excepto ERC y la diputada no adscrita (antes en el PSC), Marina Geli, abandonaron la sala antes de que Ruiz iniciase su comparecencia y acusaron al consejero de “incumplir los mandatos del Parlament” que lo obligaban a frenar el VISC+ y el consorcio de Lleida.
Los diputados de ICV, PSC, CUP, PP y Ciutadans optaron por dar plantón al consejero después de que la Mesa del Parlament no aceptase que entraran a debate en la comisión de ayer tres propuestas introducidas por los grupos sobre el consorcio, la venta de datos y la actividad privada que se realiza en los centros públicos.
Apenas 15 días después de que el Parlament aprobase una moción que obligaba a frenar el consorcio sanitario de Lleida, un par de días antes de los festivos de Semana Santa, Salud publicó en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) los estatutos del nuevo ente y abrió un proceso participativo para presentar alegaciones al proyecto. “No nos han dejado otra opción. El consejero se ha saltado al Parlament y ahora solo le queda dimitir”, protestó la diputada de ICV Marta Ribas.
Los grupos mantienen que Salud ha aprovechado la víspera de Semana Santa para publicar documentos que dan continuidad a proyectos que había frenado la Cámara. El pasado miércoles, Salud colgó en el DOGC la orden que daba luz verde a que la iniciativa para despersonalizar los datos sanitarios que luego se cederán a entes públicos o privados, pese a que el Parlament había exigido unas jornadas participativas en la Cámara antes de iniciar el proyecto. “Boi Ruiz teje de día y desteje de noche. Y la noche de Semana Santa fue muy larga”, se quejó Ribas.
Por su parte, el consejero acusó a los grupos que abandonaron la sala de intentar sacar “rédito político” de esa acción y de “no querer llegar a acuerdos en materia sanitaria por cuestiones partidistas”. Ruiz negó además estar incumpliendo las órdenes del Parlament y recordó que la propuesta de crear un consorcio en Lleida surgió durante el gobierno tripartito. Aseguró además que, después de estudiar las alegaciones, volverán a llevar el proyecto al Parlament. Ruiz también confirmó que, en lo que respecta al VISC+, se realizarán las jornadas participativas que exigía la moción de la Cámara.
Cuatro de los cinco grupos que abandonaron la sala del Parlament aprovecharon también para exigir que se celebre un pleno extraordinario sobre el sistema sanitario público de salud. Los firmantes de la solicitud, los diputados de ICV, PSC, CUP y Ciutadans aseguraron que se ha producido una “descapitalización de la sanidad pública” que, junto al aluvión de recortes que ha sufrido el sector en los últimos años, han dibujado una “situación insostenible” en el sistema sanitario.
Los grupos quieren que el pleno sirva para “recuperar los derechos de la ciudadanía en el ámbito de la salud”. Ribas aclaró también que no firmaron la solicitud conjunta con el PP porque no comparten la misma visión sobre el sistema sanitario.
Los grupos acusan a Ruiz de incumplir los mandatos de la Cámara
Además del consorcio de Lleida y el proyecto VISC+, los partidos que plantaron ayer a Ruiz también denunciaron la falta de control de la actividad privada que se realiza dentro de los centros de la red pública, aludiendo concretamente a la situación de la clínica privada Barnaclínic dentro de las instalaciones del hospital Clínic, de titularidad pública. La diputada del PSC, Núria Segú, criticó la “falta de transparencia” del departamento y tachó las medidas ejecutadas por Ruiz en las últimas semanas de “reformas encubiertas dentro del sistema público”.
La portavoz de la CUP, Isabel Vallet, fue un paso más allá y anunció que su grupo abandonará la Comisión de Salud de forma indefinida hasta que no se frene definitivamente el consorcio de Lleida, el VISC+ y la realización de actividad privada en los centros públicos. “No daremos situación de normalidad a la anormalidad. Espero que esto marque un punto de inflexión y llamamos a la desobediencia para frenar la voracidad privatizadora de Boi Ruiz”, criticó.
El grupo republicano y Marina Geli, los únicos que se quedaron a la comparecencia de Ruiz, también apuntaron la necesidad de un debate. La diputada de ERC Alba Vergés aseguró que “comparte la queja” de los partidos que abandonaron la comisión y solicitó que “se paren los procesos que pueden suponer cambios sustanciales” en el sistema de salud y generan dudas. Geli, por su parte, pidió la creación de un comité de crisis.
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