Zemos98 enmudece y se apaga

El audiovisual enmudece y se apaga... El colectivo Zemos98 ha presentado este miércoles la que será la última edición del festival que desde hace 17 años difunde en Sevilla inquietudes, debates, proyecciones, iniciativas e ideas vinculadas al ámbito audiovisual, la comunicación, las artes y la actualidad. Del 15 al 18 de abril se celebrará en Sevilla la edición número 17 del festival bajo el título Caring for the city: Reclaim the commons, en la que se establecerá un diálogo sobre cómo se relaciona la sociedad con los bienes comunes. No habrá más festivales.

Los espacios en los que se celebrará el evento serán el Centro de las Artes de Sevilla, donde se desarrollará la actividad para hackers Hackcamp #reclaimthecommons; el Teatro Duque-Sala La Imperdible que será el lugar dedicado a las presentaciones de proyectos que trabajan sobre los bienes comunes y los Códigos Fuente Audiovisuales, y el Teatro Alameda, que será el último escenario sobre el que este festival desarrolle sus actividades. Entre ellas, un concierto de Niño de Elche y el acto Hacía un ruido. Además, la biblioteca Infanta Elena acogerá otras actividades.

Como cada año, las actividades son gratuitas, excepto los espectáculos del Teatro Alameda (cinco euros). "Entendemos que como nos financiamos en parte con dinero público, tenemos la responsabilidad de actuar como instituciones públicas, la mayoría de actividades son gratuitas, los vídeos son Creative Commons, hacemos investigación y la difundimos de forma accesible", detalla Felipe G. Gil, miembro del colectivo Zemos98, entidad que funciona como cooperativa y que gestiona también una asociación cultural. El organizador ha participado este miércoles en la presentación del festival junto a representantes políticos del Ayuntamiento de Sevilla, el Instituto Andaluz de la Juventud, la Universidad Internacional de Andalucía y la Consejería de Cultura, que han coincidido en felicitar al colectivo y le han animado a continuar con el festival.

Pero, según los organizadores, las ayudas públicas han disminuido en los últimos años de forma que han complicado cada vez más la celebración de este festival internacional, que ha sido apoyado en numerosas ocasiones por instituciones europeas. "En 2008 contábamos con 220.000 euros de presupuesto solo de instituciones españolas, y en 2014 nos quedamos en 30.000", detalla Gil, que indica no obstante, que la causa del fin del festival no es económica. "Denunciamos una situación de ninguneo político e institucional y la precarización de las prácticas culturales", añade. "Cuando éramos más jóvenes suplíamos la falta de recursos con sobreesfuerzos, incluso perdíamos dinero, pero hemos cometido el desafío de tener hijos, y ya no podemos continuar así", matiza.

El colectivo publicó una carta el pasado marzo en la que daba la noticia del final de su trabajo para los festivales que está teniendo una gran repercusión social. En ella describe en cuatro puntos sus principales reivindicaciones: falta de compromiso plurianual, los honorarios de la cultura, la torpeza administrativa y las negligencias políticas. "Lo que hemos aprendido en nuestro contacto permanente con Europa es que el apoyo a las iniciativas no tiene que ser siempre económico, pueden ceder espacios, facilitar contactos, equipamientos...", concluye Gil.

El festival se pierde, pero el colectivo no se disuelve, lo que ha generado se mantendrá tanto en el ámbito virtual como en la vida de los asistentes de cada festival pasado y habrá más proyectos futuros. "Nuestras iniciativas han cambiado vidas, una chica, por ejemplo, se fue de España a Brasil a investigar a partir de un vídeo que difundimos. Este tipo de beneficios son difíciles de cuantificar como impactos, pero están ahí", ejemplifica Gil.