La Generalitat pone orden a las ayudas para las artes escénicas

Más recursos para menos producciones. Ese sería el resumen de la nueva política de subvenciones a la producción en artes escénicas que la Generalitat lanzó el pasado mes de septiembre y que ayer presentó el consejero de Cultura, Ferran Mascarell. En total, 12 compañías y 18 salas productoras se repartirán 9,9 millones de euros hasta 2017. “El sistema anterior había envejecido después de 15 años, estaba hundido por la crisis y las políticas culturales, como el incremento del IVA y era frustrante ya que no permitía la entrada a nuevas compañías. Había que racionalizarlo para que fuera más eficaz y reducir el número de producciones de poca calidad”, explicó ayer Mascarell. Para el consejero, el sistema que ahora se pone en marcha es “más democrático y dará estabilidad, profesionalidad y garantizará la exhibición”. Según el político el anterior estaba bloqueado porque muchos “productores pensaban que tendrían una subvención de forma eterna, algo que obligaba a producir por encima de lo que los mercados pedían”. La ayuda a los grandes equipamientos nacionales también creció en 2014, alcanzando un total de 17,9 millones para funcionamiento y producción: Liceo (8 millones), TNC (7,1) Teatre Lliure (1,7), Mercat de les Flors (1).

A la convocatoria se presentaron un total de 56 proyectos. De estos, 30, un poco más de la mitad, obtuvieron —tras ser valorados por una comisión mixta formada por los directores del TNC y del Teatre Lliure y expertos del Departamento de Cultura— respaldo para sacarlo adelante con ayudas de la Administración. El resto podrán igualmente solicitar ayudas para montajes concretos y acogerse a subvenciones reintegrables. Este sistema de apoyo establece una subvención de hasta el 50% de los gastos de “desarrollo de proyectos teatrales” y otra de apoyo de hasta un 45% a la producción de espectáculos que establece un mínimo de dos producciones y un máximo de ocho en el plazo de los tres años.

Tras analizar las cifras de los diez últimos años, Jordi Sellas, director general de Creación e Industrias Culturales, ha dividido las empresas y salas en tres categorías: A, B, y C, en función de su antigüedad y número de producciones. Entre las seleccionadas: Anexa, Focus, La Perla 29, La Brutal, Dagoll Dagom, T de Teatre, Pepa Plana, La Baldufa, La Seca Espai Brossa, Sala Beckett, La Villarroel, Tantarantana, Teatre Romea, Versus Teatre, Sala Flyhard, Sala Atrium y La Planeta y un largo etcétera.

Hasta ahora muchas compañías creían tener ayudas eternas, según Mascarell

Las de tipo A podrán aspirar a un máximo de ayudas de algo más de 791.000 euros en los tres años, las de B, 369.000, y las de C 196.500. Según Sellas, lo lógico es que las compañías vayan subiendo de categoría, “a medida de que incrementan la dimensión de sus producciones” y permitan el acceso a nuevas compañías.

Pero no todo el mundo comparte el punto de vista de Mascarell y Sellas. La semana pasada, coincidiendo con el Día Mundial del Teatro, la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña (AADPC) en un comunicado pedía la “reformulación de la política de subvenciones culturales” y aseguraban: “No queremos unas subvenciones que marginen una gran parte del motor teatral del país”.