Pujol hijo atribuye el crecimiento de la fortuna a inversiones en deuda opaca
Júnior ingresó fondos en las cuentas de la familia en Andorra hasta el año 2000
Jordi Pujol Ferrusola prometió que iba a dar las “primicias” sobre su papel como gestor de la fortuna familiar en el juzgado. En una declaración de una hora, Júnior ha aportado algún detalle nuevo al respecto, pero ha dejado vivas muchas de las incógnitas que pesan sobre el patrimonio que los Pujol escondieron a Hacienda durante tres décadas. El primogénito ha reconocido que siguió participando en la gestión de la herencia más allá de 1992, cuando el último de sus hermanos, Oleguer, alcanzó la mayoría de edad y todos ellos (junto a la madre, Marta Ferrusola) abrieron una cuenta en Andorra.
Al menos hasta el año 2000, Júnior realizó ingresos periódicos en las cuentas de su familia. Esos ingresos procedían, según ha explicado ante la juez de instrucción, de los “vencimientos” de los productos financieros que sus antecesores en la gestión de la herencia (Delfí Mateu, especialmente, y Joaquim Pujol) habían contratado para hacer crecer el patrimonio supuestamente legado por el padre del expresidente catalán, Florenci. Tanto Mateu como Pujol están muertos. El imputado también ha desvelado la naturaleza de esos productos: se trata de “láminas financieras” de “titularidad opaca”, que se pagaban al portador e iban asociadas a la cuenta bancaria donde, originariamente, se ingresó la deixa o legado.
El primogénito ratifica ante la juez que su padre no sabía nada de cómo se gestionaba la herencia
El primogénito ha precisado que, cuando la familia decidió que se hiciera cargo de la herencia en 1990, él se encontró con esos productos y simplemente los mantuvo. Ni Mateu (exdirectivo de Banca Catalana) ni su tío Joaquim Pujol (excargo de la Generalitat) le rindieron cuentas sobre la gestión del patrimonio. Tampoco él las pidió, ha indicado. Júnior también ha echado un capote a su padre y ha ratificado su versión: el expresidente dijo, en su declaración como imputado, que estaba totalmente desvinculado de la herencia y que nunca supo nada de cómo se manejaba el dinero.
Pese a ser requerido por la juez y el fiscal, el hijo mayor no ha aportado documentación que acredite la existencia de esas “láminas financieras”. Son productos de distinta tipología (bonos, etcétera) que vencían en años sucesivos y que dieron un alto rendimiento. Esos rendimientos explican, según el imputado, el elevado crecimiento de la herencia. En 1980, cuando murió Florenci, el supuesto legado (en dólares) ascendía al equivalente a 840.000 euros. En 1992, cuando los hermanos abrieron las cuentas, a tres millones. Y en 2000, a unos ocho millones. Lo que ocurrió después se ignora, porque no se dispone de las transacciones ni el hijo mayor ha aportado luz al respecto.
La juez que investiga el caso ha decidido custodiar la grabación de la declaración de Jordi Pujol Ferrusola
Pujol hijo ha dejado claro que, desde 1992, cada hermano gestiona su parte como le parece y que él se limitaba a ser una suerte de representante ante el banco. Los fondos estuvieron primero en Andbank, aunque la entidad les obligó a marcharse en 2010 y el dinero fue trasladado a la Banca Privada de Andorra. Sobre el origen del legado, Júnior ha remarcad explicado que sabe lo que le contaron; o sea, la versión que ha mantenido desde el principio la familia: que Florenci estaba preocupado por el futuro de los Pujol y decidió legar un dinero que había acumulado (con el cambio de divisas, entre otros negocios) a su nuera y a sus siete nietos.
La juez que investiga la fortuna oculta ha decidido custodiar la grabación de la declaración de su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, sin dar traslado a las partes para impedir su publicación en los medios. Según han informado fuentes judiciales, la decisión de la juez responde a la polémica suscitada por la filtración del vídeo de la declaración que Jordi Pujol prestó el pasado mes de enero, de la que se hizo responsable la acusación popular ejercida por Manos Limpias en un documento remitido a la magistrada.
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