La falta de diálogo augura un largo pulso entre Ertzaintza y Seguridad
El departamento ve “intención política” de los sindicatos de alargar el conflicto
El conflicto entre las centrales sindicales de la Ertzaintza y el Departamento de Seguridad superará el escenario de las próximas elecciones locales “y puede llegar a medio plazo hasta octubre perfectamente”. Es la previsión “nada pesimista” sobre el curso de este conflicto, obtenida entre representantes de la Ertzaintza tras confirmarse este miércoles el enésimo intento de encuentro fallido entre las dos partes litigantes en un conflicto que preocupa en el Gobierno vasco y en especial al lehendakari.
Seguridad sostiene que los sindicatos policiales quieren repetir “la estrategia” seguida con el Ejecutivo socialista con una “clara intencionalidad política”. De hecho, establecen un “paralelismo” entre la política mediática seguida en la anterior legislatura y la actual. “Han marcado una hoja de ruta similar que fue dando pasos hasta meterse en tiempo electoral y al final consiguieron el decreto de la carrera profesional que sabían iba a ser de difícil cumplimiento”, recuerdan desde el departamento.
Para los sindicatos, todo se reduce a una “falta de voluntad” para abordar “cuestiones que ellos mismos saben que están pendientes mientras se producen situaciones de falta de seguridad que son graves”. Es aquí cuando inciden en las derivadas del programa Horizonte 2016 y en la dirección de Gervasio Gabirondo, sobre quien descargan todas las críticas. “Hay un caos organizativo como ocurre con el traslado de presos donde no se siguen los protocolos adecuados o donde se envían ertzainas hombres a cubrir la vigilancia de presas que hemos denunciando ante el fiscal del País Vasco”. En la consejería, en cambio, rebaten diciendo que “las encuestas señalan que salimos bien en cuestión de seguridad”.
Movilización incesante
Erne, Esan, ELA, Sipe y Euspel se concentrarán este jueves ante el Parlamento vasco así como los días 17, 24 y 30 de abril, además de realizar una marcha desde Bilbao a Erandio el 22 del próximo mes. Así, continuarán con las movilizaciones para la mejora de sus condiciones laborales y no desistirán hasta “obligar” al departamento de Seguridad a negociar.
En un comunicado, las centrales sindicales recuerdan que los representantes de la consejería no acudieron ayer a la reunión convocada. Además, denunciaron que en los Breafing policiales, Seguridad ha ordenado que se lea una valoración de sus planteamientos en materia negociación a todos los ertzainas, "mintiendo" al asegurar que las centrales no quieren negociar. Los sindicatos recuerdan que en este tipo de comunicaciones "está prohibido informar de los motivos de confrontación con el departamento".
Con todo, los análisis antagónicos de cada parte sobre este contencioso confluyen en la ausencia de un mínimo punto de encuentro que augura un “largo proceso de enfrentamiento”. Desde los sindicatos lo admiten. “No vamos a parar”, advierten sobre sus movilizaciones. Seguridad, no obstante, quiere ver una menor agresividad convencido de que una permanente conflictividad puede jugar en contra de la imagen de los ertzainas ante la sociedad, “pasarles factura”. “Todavía no se ha producido en la Administración vasca una recuperación salarial y en el resto de los ciudadanos se siguen dando situaciones preocupantes por el tema de la crisis que amenazan su puesto de trabajo y esto en la Ertzaintza saben que no se va a dar”, advierten desde el departamento a modo de afear las exigencias económicas.
Pero los sindicatos sitúan sus reivindicaciones en otro escenario. Recuerdan que el Gobierno vasco sigue “incumpliendo el acuerdo regulador de la carrera profesional” y no advierten en sus posiciones “ninguna intención de empezar a hablar”. Precisamente la decisión de Seguridad de convocar, de un lado, un consejo de la Ertzaintza para abordar un expediente disciplinario y, de otro, a la comisión mixta paritaria para abordar un convenio ya vencido obligó a los sindicatos a replicar con la insólita citación a un encuentro de la mesa de negociación. Ante lenguajes tan diferentes solo cabe esperar mayor conflictividad.
En Seguridad asumen que las frecuentes imágenes de encuentros puntuales entre Urkullu y la consejera Estefanía Beltrán de Heredia puede proyectar una sensación de inquietud por parte del lehendakari ante la escalada de tensión y en la que personalmente se ha visto involucrado. Los sindicatos de la Policía vasca lo saben y juegan con este factor de impacto político. “Llevamos tres meses pidiendo lo mismo y no se han dignado a contestarnos como si no les importara”, denuncian.
En otra muestra más de un desencuentro elemental, y en contra del criterio sindical, Seguridad asegura que en cada convocatoria de la mesa 103, donde ambas partes se deberían sentar, los temas del orden del día son adelantados porque es “un trámite administrativo”. Y así hasta el otoño.
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