Menos gente, más basura

Un tiempo desapacible y el hecho de que la fiesta grande fallera cayera este año entre semana dieron al traste con las expectativas de negocio de los empresarios turísticos de la ciudad. La facturación hostelera ha caído un 15% respecto al año pasado, según una encuesta telefónica de la Federación de Hostelería de Valencia. El gasto en restaurantes y bares ha oscilado entre los 25 y los 10 euros por persona. La ocupación hotelera no ha sido mala —ronda el 80% de media— pero está lejos del 90 o 95% que esperaba la patronal. El fin de semana del 13 al 15 de marzo —horas antes de la Plantà— fue bien, dijo ayer el presidente de la Unión Hotelera, Luis Martí, pero la lluvia y el viento han hundido las reservas del puente festivo de Sant Josep. La ocupación ha estado 10 puntos por debajo de la de 2014.

La menor afluencia de visitantes no parece haber influido en las toneladas de residuos recogidas durante los días de fiesta por los servicios municipales de limpieza a tenor de los datos oficiales. La recogida de basura —7.712 toneladas— ha crecido un 2,8% más que el año anterior y los actos vandálicos han bajado por segundo año consecutivo, según explicó la concejal de Medio Ambiente, Maria Àngels Ramón-Llin. “Estos datos apuntan a una recuperación en los hábitos de consumo por parte de residentes y turistas”, valoró la edil.

El botellón ha generado menos residuos que otros años y el daño a contenedores y papeleras —provocados en su mayoría por la explosión de material pirotécnico— ha mejorado. Aun así han resultado afectados 76 contenedores de residuos y 984 papeleras. Los daños en parque y jardines han sido valorados en 84.000 euros. El Paseo de la Alameda, las avenidas de Aragón y Blasco Ibáñez y los Jardines del Real son las que más destrozos soportan.

El dispositivo de la Cremà terminó más tarde que otros años por el mal tiempo. “Ha salido todo bien pese al viento y al tiempo que lo hacía todo más complicado”, valoró el concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez. A las tres de la madrugada, el 70% de los más de 700 monumentos falleros habían ardido y a las cinco de la madrugada de ayer —algo más tarde que otros años— los bomberos daban por acabado el dispositivo de la Cremà.

Se protegieron 14 fallas más de las 100 previstas por su riesgo, la mayoría situadas en las pedanías de El Saler, Pinedo y también en el distrito del Marítimo de la capital. La comisión Río Tajo-Cavite guardó, debido al viento, la falla infantil y decidió no quemar la grande, que deshicieron los propios falleros y recogió después el servicio de limpieza. Todo por el fuerte viento. Una mujer fue atendida por los servicios de urgencia tras inhalar el humo de la Cremà en la falla Convento Jerusalén y un niño resultó herido por petardos que salieron del interior del monumento de la falla Garbí-Alquería de Bellver. En la comisión Félix Pizcueta la falla grande ardió afectada por la quema de la infantil y el balcón del Ayuntamiento de Valencia fue desalojado por las pavesas que llevó hasta allí el fuerte viento de Levante.