SOS Racismo abre otro conflicto con el alcalde de Vitoria
Acusa a Maroto de amenazar a un hombre que se negó a firmar para el cambio de la RGI y el primer edil lo niega
SOS Racismo Álava ha denunciado ante la Fiscalía al alcalde de Vitoria, Javier Maroto, al que acusa de haber amenazado a un hombre de 51 años que se negó a dar su firma a la plataforma Ayudas más Justas, que busca un cambio en la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
Según el escrito presentado ante la Fiscalía del País Vasco, los hechos denunciados tuvieron lugar el pasado domingo, 8 de marzo, en la Plaza del Arca de Vitoria. Al parecer, este ciudadano se encontraba paseando por el lugar "cuando fue abordado por una voluntaria que se encontraba recogiendo firmas a favor de la campaña Ayudas más Justas", quien le invitó a estampar su rúbrica, negándose éste a hacerlo aduciendo que "es una campaña sesgada" y que "induce al racismo".
Cuando este hombre ya se alejaba del lugar, sin dar mayor importancia a lo sucedido, el alcalde Maroto se le acercó y "en tono amenazante", siempre según la versión de SOS Racismo Álava, le advirtió de que sus palabras le iban a costar una sanción. "Te vamos a poner una multa de 350 euros. Ya vas a ver, majo, que bien te sienta", denuncia que le dijo.
Además, la asociación mantiene que, a continuación, el alcalde hizo una seña a un policía municipal de paisano que se encontraba en el lugar para que se acercare y tomara nota de lo sucedido e identificara al hombre. El vecino de Vitoria volvió a relatar "con toda tranquilidad, de modo cordial y amable" lo sucedido al agente, quien se identificó con su número de plaza y le informó de que le iban a abrir un expediente.
Maroto recuerda las adhesiones que recibe en la calle para la campaña de firmas
Al parecer, tres horas más tarde, sobre las nueve de la noche, cuando este ciudadano se encontraba ya en su casa, recibió una llamada telefónica desde un número privado en la que este agente le indicó, "con buen tono", que, con sus palabras, "había estado a punto de cruzar la raya roja" y que ya había dado cuenta de lo sucedido en comisaría y que en el plazo de tres semanas se le notificaría el resultado de las diligencias y si el expediente se cerraba o seguía adelante.
Por su parte, Maroto ha respondido que la denuncia de un vitoriano contra él ante la Fiscalía del País Vasco (TSJPV) "no se ajusta a la realidad" porque no amenazó a nadie por negarse a apoyar a "Ayudas+Justas", en cambio, él sí que fue insultado.
El primer edil de Vitoria ha asegurado que el denunciante se refirió a él y a personas voluntarias de la plataforma con descalificativos como "racista o xenófobo" y ha advertido de que eso es "un delito". El alcalde ha desmentido que este vecino de la capital alavesa recibiera amenazas, "sólo faltaba", ha apuntado, aunque ha considerado que si esta persona ha utilizado a SOS Racismo para interponer una demanda contra él "es más de lo mismo y comienza a aburrir".
Ha reiterado que "no hay racismo" en sus palabras cuando defiende la necesidad de cambiar la legislación que regula las ayudas sociales para impedir que haya fraude en el cobro de las mismas por parte de colectivos de inmigrantes y ha opinado que lo que ocurre es que el portavoz de SOS Racismo, Fede García, está "obsesionado" con él porque dio de baja en el padrón a 1.200 magrebíes que estaban empadronados en su local.
En este sentido, se ha preguntado "¿cuándo va a entender SOS Racismo y todos los que se relacionan con ellos que ya han perdido esa batalla, que ya nadie se traga lo del racismo y la xenofobia?".
Ha recordado que la Fiscalía vasca archivó el pasado lunes las diligencias abiertas por la denuncia presentada por SOS Racismo contra él por incitar al odio tras haber dicho que muchos inmigrantes "viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar".
Preguntado por otros casos en los que ciudadanos se han enfrentado verbalmente a él por discrepar con esta campaña y a continuación han sido advertidos por sus escoltas de que iban a ser sancionados, ha dicho que no ha dado ninguna orden a los policías que le escoltan para que sancionen a quien discrepe con él.
"No hay ninguna orden pero llamar racista a una persona es un delito. Aparte de gravísimo es un delito, punto final", ha advertido. Ha pedido "respeto" frente a los "descalificativos de algunos medios de comunicación, de algunos políticos y de algunos ciudadanos que no se enteran de la fiesta" y ha tachado estos incidentes de "anécdotas". "Lo que pasa en general cuando salgo a la calle es que la gente me dice que me respalda y que dónde hay que firmar", ha concluido.
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