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Contas halla irregularidades en los conciertos del Sergas para diálisis

Detecta anomalías con perjuicio para las arcas públicas en unos contratos con la privada que cuestan casi 30 millones al año

Galicia carece de un plan específico de salud renal y el Sergas afronta un elevado coste por los tratamientos de diálisis que se realizan en centros concertados: 27,6 millones de euros en 2012, el 12% del coste de toda la actividad concertada. Así lo destaca el Consello de Contas en su informe de fiscalización de este servicio relativo al periodo entre 2007 y 2012. Contas concluye que el Sergas mantiene contratos irregulares con algunas empresas, que cada centro de gestión integrada elige “con criterios subjetivos” a sus suministradores, que se aplican tarifas distintas que no están apoyadas en una base documental y que se trasladan enfermos a centros concertados que no son de referencia “con perjuicio para el Sergas”. Advierte además que existe una “desproporción” en la actividad por sesiones extraordinarias de hemodiálisis que obedece a “autorizaciones de tratamientos de pacientes con sesiones diarias” con un “notable encarecimiento” para las arcas públicas.

La Consellería de Sanidade no dispone de información que permita al organismo fiscalizador diferenciar el coste de los tratamientos realizados con medios públicos y con privados. Tampoco tiene este gabinete de la Xunta estudios que avalen la diferencia. Una “carencia” que, en opinión Contas, “limita la capacidad de gestión y la eficiente prestación” del servicio.

Contas destaca que los precios fijados por los servicios concertados de hemodiálisis varían “sin que existan razones de naturaleza económica” que lo justifiquen. El organismo destaca la situación del sanatorio Souto Boo de Santiago cuyas tarifas “no responden ni en su concepto ni en su importe a las características de la prestación contratada” por el Sergas. El contrato con este hospital data del año 1977 y se mantiene en vigor “sin fundamento contractual adecuado” mediante renovaciones tácitas que no se plasman en ningún contrato.

Entre las peculiaridades en la concertación, el informe incluye la suscrita con la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo (FRIAT) que en Ourense usa las dependencias del Sergas. La fundación aporta equipamiento y enfermeros mientras que la Administración asume la parte médico-asistencial con especialistas en nefrología. Este “singular” concierto provoca, sostiene Contas, que haya dos tipos de tarifas, la concertada y la del Sergas. La primera es un 20% más cara.

El informe detalla el caso de un paciente de Vigo adscrito a Povisa, en donde debía ser dializado “con cargo al concierto singular” del Sergas con este hospital. Sin embargo, fue derivado al centro de FRIAT en esa ciudad. Contas estima el coste de esa derivación en 20.000 euros anuales “que nunca se repercutieron a Povisa, con el pertinente perjuicio para el Sergas”.

En general, en los conciertos suscritos por el servicio público “no se establecen requisitos específicos sobre la prestación ni se regulan las condiciones de los recursos o la calidad asistencial”, sostiene el organismo fiscalizador. Se aplican además tarifas diferentes a los centros “sin que existan razones” que las justifiquen.

El documento señala que las tarifas del hospital ferrolano Juan Cardona, que tiene otro concierto “de naturaleza singular” con el Sergas, “siempre fueron superiores” a las de los otros centros hospitalarios de su ámbito territorial. Contas recomienda al Sergas que base las tarifas de los conciertos en los costes efectivos y que su aplicación se fundamente en las características y condiciones de la prestación “evitando diferencias y asignaciones que no responden a este criterio”.

El informe llama la atención también sobre la concertación de la hemodiálisis a domicilio que tiene carácter “testimonial” y afecta a un “reducido” número de pacientes. Este gasto se concentra en un “número limitado de empresas” que se refuerza a partir de 2010 “con la adquisición por la sociedad Fresenius de la unidad de negocios de Gambro”, empresa relacionada con productos para uso en tratamientos de diálisis peritoneal, sostiene el organismo fiscalizador.

Junto a ello, destaca la “elevada disparidad” entre las distintas gerencias hospitalarias del Sergas a la hora de elegir empresa suministradora. Así, detalla que mientras que la firma Baxter es la predominante en las gerencias de A Coruña y Ferrol, Fresenius lo es en el ámbito territorial de Santiago. La elección de una u otra empresa responde “a criterios subjetivos” de cada servicio.

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