El presidente de Invercaria ignoraba la deuda del sobrino de González

El presidente de Invercaria, Francisco Álvaro Julio, declaró este miércoles como testigo ante el juez que investiga las supuestas irregularidades en esta empresa pública y aseguró que desconocía la deuda que mantenía un sobrino del expresidente Felipe González con la compañía. El presidente afirmó que la deuda de Juan María González Mejías, por un préstamo concedido por Invercaria, la conoció cuando examinó la documentación para enviar al juez.

Tras dos años en Invercaria, González Mejías comunicó a la empresa “su intención de causar baja”, según un atestado de la policía. Después, el finiquito que se le pagó y la nómina de octubre fue de 26.540 euros. Asimismo, se le canceló un préstamo personal de 26.500 euros. Ante ello, la policía concluye que “el importe abonado por Invercaria en concepto de horas extra y finiquito sin ningún soporte documental de ambos conceptos es realmente para la condonación” del préstamo “otorgado con dinero público procedente de Invercaria”.

El presidente de Invercaria apuntó que solo conoce un caso de un trabajador de la empresa que al cesar su relación laboral sigue teniendo una deuda por un anticipo salarial concedido por la compañía. Esta persona está trabajando en la agencia Idea como administrativo y paga su deuda, según dijo Francisco Álvaro Julio antes de precisar que lo normal es que se liquide el préstamo o anticipo o bien llegar a un acuerdo si se da el caso de que la persona trabaja en la agencia pública.

En su declaración, Álvaro Julio subrayó que el nivel de éxito de Invercaria es similar, al menos, al resto de sociedades que se dedican a la misma actividad e incluso con más éxito que otras sociedades análogas del sector público y de capital de origen privado.

Álvaro Julio señaló que en 2013 encargó un estudio al catedrático José Martín Pellón para conocer, desde el punto de vista de un experto independiente, la actividad de la empresa desde su creación en 2005. Las conclusiones del estudio fueron, según Julio, que la empresa estaba al principio en una situación de normalidad, con un porcentaje de fallidos contables asumibles dentro de la actividad de capital riesgo. También determinó que el número de inversiones de Invercaria en relación con otras sociedades de capital riesgo era “muy elevado”.