¿De qué hablamos cuando hablamos de pintura?
La Fundación Barrié expone en Madrid su colección de arte contemporáneo
¿De qué hablamos cuando hablamos de pintura hoy? Las posibles respuestas a esta sencilla pregunta constituyen el hilo conductor de una de las colecciones de arte contemporáneo más prestigiosas de España, la colección de la fundación gallega Barrié de la Maza. Dirigida por María Corral, está compuesta por más de 50 obras realizadas por artistas esenciales de la segunda mitad del siglo XX. Con sedes en A Coruña y Vigo, la fundación, creada en 1966 por el empresario y mecenas Pedro Barrié de la Maza (A Coruña, 1888-1971), saca por primera vez sus tesoros artísticos fuera de Galicia para mostrar una cuantiosa parte de sus obras, 31 piezas, en el CentroCentro Cibeles, dentro del Ayuntamiento madrileño. La exposición, de acceso gratuito, estará abierta hasta el 26 de abril.
José Enrique Fernández Varela, director de patrimonio de la fundación, es también el comisario de esta exposición, para la que ha elegido obras que muestren la ruptura de disciplinas que se produce a partir de los setenta. Es un momento en el que tiene poco sentido hablar de pintura, escultura o fotografía como géneros aislados.
Exposición 'La Colección' de la Fundación Barrié
Colección de pintura contemporánea internacional. CentroCentro Cibeles de Cultura y Ciudadanía. Planta quinta. Desde el 21 de enero al 26 de abril. Martes a domingo, de 10.00 a 20.00.
La colección de arte contemporáneo nació en 2008 con adquisiciones realizadas en ferias como Arco, Lisboa y Basilea y en galerías de arte. Todos los elegidos son artistas que se acercan a la pintura a través de otros lenguajes: Imi Knoebel, Jonathan Laker, Ángela de la Cruz, Helmut Dorner, Fiona Rae, Jan Marc Bustamante, José Pedro Croft, Jessica Stockholder, Manolo Vilariño o Katharina Grosse.
Grandes formatos y piezas que parecen ser un collage entre la instalación, la fotografía o la escultura ocupan la quinta planta del edificio situado frente a la Cibeles. Pero más que sumar piezas, el comisario ha querido plantear una forma determinada de pensar al contemplar las obras de arte.
“La colección”, explica, “es ante todo una herramienta didáctica enfocada a los niños. Tratamos de acortar distancias entre el código de la obra y el espectador. Nos interesa estimular la creatividad, mejorar la capacidad crítica y facilitar el entendimiento”.
Está previsto que la colección siga creciendo, aunque los responsables de la fundación prefieren no definir el presupuesto del que disponen para compras este año. Eso sí, seguirán buscando obras en la misma línea y, si en la próxima edición de Arco encuentran alguna que les deslumbre, seguramente pasará a engrosar la colección.
Fernández Varela precisa que la coleccionista no es la única actividad cultural de la fundación. Por el contrario, la restauración de obras y edificios consume una parte importante de su actividad y presupuesto. El ejemplo más conocido es la restauración del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela, donde han invertido ya alrededor de nueve millones de euros.
José Tono Martínez, director del CentroCentro Cibeles, explica que esta exposición se enmarca dentro del programa que la institución dedica a dar a conocer colecciones corporativas o particulares que no han podido ser vistas por el público. Por el momento, han expuesto la colección de la Casa de Alba, la Masaveu, la de Helga de Alvear y la de Juan Abelló, aún abierta al público en la planta baja del edificio.
En mayo, coincidiendo con PhotoEspaña, se podrá ver la colección de Fotografía Latinoamericana (Latin Fire 1958-1996) de Anna Gamazo, esposa de Juan Abelló. Antes, a comienzos de febrero, se expondrá la colección Iberdrola, muy poco conocida por el gran público.
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