El Corte gurmé

En la séptima planta del edificio de Serrano 52 han abierto este fin de semana tres cañeros chefs con espacios independientes, aunque prometen interacciones creativas. Se trata de Jordi Roca, David Muñoz (ambos triestrellados) y Roberto Ruiz (único mexicano de Europa con estrella por su Punto MX). Cocina dulce y salada sin fronteras de imaginación.

El catalán Jordi Roca lidera con su esposa, la mexicana Ale Rivas, la imaginativa heladería Rocambolesc, complemento gustoso del templo gastronómico de Girona El Celler de Can Roca. Tras abrir una sucursal en Platja d'Aro, ahora desembarca en Madrid con sus helados cien por cien artesanos con un obrador como el de la casa madre. La gelateria madrileña supone el primer local de los Roca en la capital. Helados de panettone, de postre láctico, de magdalenas... Sorbetes, tarrinas, helado oscuro (polo darth vader), helados calientes... Y un guiño al tipismo surrealista como el relaxing taza de helado de café con leche son algunas de las opciones a degustar en la barra o sentados.

Una característica común a los tres nuevos espacios es que hay mesas y sillas junto a los mostradores de lo que pretende ser, como dice Jordi Roca, "street food indoors" (comida callejera de interior). El concepto de puesto callejero se ha convertido en una versión contemporánea del bar. Y en su versión extrema es lo que ofrece David Muñoz con su StreetXo, que se muda de El Corte Inglés de Callao a este del barrio Salamanca. Con su fusión asiática-castiza para comer con las manos y mente abierta, promete radicalismo y "musicón", con sonidos masticables a cargo de un DJ.

El lugar del chef de DiverXo en Callao lo ocupará Chifa, otro concepto de cocina viajera (latina con influencias asiáticas) de Estanis Carenzo, el artífice de Sudestada.

El cocinero que completa el trío gurmé de este nuevo espacio de Serrano esquina Ayala es Roberto Ruiz, quien materializa su sueño de recuperar los auténticos salones de antojos (tapas mexicanas). Con su antojería Cascabel augura: "Vamos a enchilar Madrid".

Hay que felicitarse del empeño sibarita de esta gran firma de grandes almacenes, incrementando los rincones gurmés de sus tiendas y supermercados no sólo en Madrid, pues anuncian "tabernas de autor" en otras ciudades. Pero se echa de menos el mismo afán por la comida rápida de calidad en otros centros, y a ser posible en todos. Es duro el salto entre las exquisiteces y los platos combinados de las cafeterías, donde lo que se sirve en la mesa no corresponde con las fotografías apetitosas que lucen en las cartas. ¿Por qué no un bocado rocambolesco en el hiper de San Chinarro o en el de San José de Valderas?