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Una avería deja a los hospitales sin ropa suficiente para las camas

Los trabajadores del hospital de Ourense denuncian falta de apósitos y mascarillas

La ropa sucia de los hospitales de la red del Sergas de Vigo se ha lavado durante los últimos cinco días en León. Los 16.000 kilos de ropa que se introducían a diario en la lavandería del Meixoeiro han tenido que recorrer casi 400 kilómetros para su limpieza. Sendas averías en los dos túneles de lavado de los que dispone Sanidade en Vigo dejaron sin opciones al Sergas, que ayer anunció que ha reparado una de las piezas mientras espera todavía por el recambio de otra rota el pasado mes de noviembre que ha pedido fuera de España. Los sindicatos alertan de que este es uno de los servicios que en breve se privatizará.

 Aunque el Sergas daba ayer por solventado el problema del lavado con la reparación de la pieza fallida de uno de los túneles, el contratiempo no pudo ser más inoportuno ni agravar más la situación de colapso hospitalario: el desabastecimiento de ropa para las camas de los pacientes, las urgencias y el resto de los servicios hospitalarios de Vigo se sumó, incrementándolo, al de la saturación de pacientes. CC OO, que achaca a la “irresponsabilidad” y “desidia” del Sergas los fallos en esta máquina y asegura que durante estos días en los que no se reponía la ropa limpia había altas en los centros hospitalarios a los que no se podía enviar a los pacientes procedentes de urgencias, multiplicando el colapso.

Mientras los representantes de los trabajadores de Vigo denunciaban esta situación, el comité de centro del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) alertaba de falta de ropa de cama y de material básico (apósitos y mascarillas nebulizadoras) y de laboratorio, así como de algunos medicamentos. Una lista de carencias “por falta de previsión” a la que añade el comité la denuncia de esperas “de hasta 10 horas” en urgencias. La diputada del PSdeG Carmen Acuña realizó una denuncia en términos similares y aseguró que la gerente del CHUO, Eloína Núñez, cuya dimisión pidió el comité de centro, “impone altas médicas” para tratar de descongestionar el servicio.

El Sergas, que niega la falta de medios, difundió un comunicado de prensa reconociendo la mayor demanda asistencial, que achaca al pico de la gripe, y apelando a la “profesionalidad y grado de compromiso” de los profesionales sanitarios “que en algunos casos han renunciado a disfrutar de sus permisos”. Sostiene además que se habilitaron todas las camas disponibles para “asumir las necesidades de ingreso”.

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