La fiscalía investiga la muerte de la osa Aubèrta en el Aran

La Fiscalía de Lleida ha abierto diligencias de investigación penal por la muerte de la osa Aubèrta, criada en semicautividad durante seis meses en un paraje secreto del valle de Aran, donde apareció muerta en noviembre después de haberle colocado un emisor para su seguimiento una vez devuelta a la vida salvaje.

La osezna se extravió con tres meses de vida y fue encontrada, el pasado mes de abril, en el patio de una casa de la localidad aranesa de Aubèrt. Los organismos encargados de coordinar la reintroducción del oso pardo en el Pirineo decidieron cuidarla en un cercado instalado en la montaña a la espera de poderla liberar, pero murió por complicaciones surgidas tras colocarle un emisor intraperitoneal. El animal tenía ya 10 meses y pesaba unos 50 kilos.

La entidad ecologista Ipcena denunció al Departamento de Agricultura de la Generalitat y al Conselh Generau d’Aran, responsables de la intervención, por negligencia grave. Esta organización señala que, en base a la documentación presentada, “la causa más probable de su muerte fue la imprudencia, con el resultado de muerte de una especie en peligro de extinción”.

Ipcena considera positivo que la Fiscalía haya decidido investigar los hechos denunciados, lo que en su opinión indica que existen indicios racionales de una mala praxis en la actuación veterinaria. “Nos gustaría que se investigaran a fondo las actuaciones llevadas a cabo antes y después de la muerte de la osa, y que se depuraran responsabilidades si se demuestra que en el tratamiento e intervención del animal no se siguió el protocolo más preventivo, como requería el caso”, ha señalado su portavoz, Joan Vázquez.

La entidad conservacionista ha anunciado que hará llegar próximamente a la Comisión Europea los informes del caso para que intervenga e investigue como gestionan las administraciones catalana y aranesa los recursos económicos del programa comunitario Life concedidos este año para mejorar la situación y el futuro de la población de osos del Pirineo. Ipcena considera que la gestión es “poco trasparente” e “inadecuada” para consolidar la reintroducción de la especie.