Feria Valencia despeja la fórmula por la que se regirá a falta de unos “flecos”

El acuerdo sobre la fórmula por la que Feria Valencia se regirá en el futuro está cerca a falta de cerrar algunos "flecos", según señalaron este lunes fuentes conocedoras de las negociaciones a tres bandas que llevan meses en marcha. Las conversaciones, que apuntan a la división en dos sociedades de la actual Feria Muestrario Internacional de Valencia, han sido mantenidas entre la institución, que controlan los empresarios desde hace un año; el Ayuntamiento, propietario de los terrenos donde se levanta el edificio, y la Generalitat, que es la que paga cada año el coste de la monumental ampliación que elevó la deuda de la institución hasta casi 600 millones de euros.

El pacto será sometido en principio hoy a la opinión del patronato con la expectativa de que sea aprobado.

La idea es, en esencia, la que lleva circulando meses, según la cual la feria se dividiría en dos sociedades al estilo de lo que ha sucedido con el rescate financiero. La deuda y la propiedad del recinto pasarían a formar parte de una sociedad pública, mientras que la gestión de las instalaciones quedaría en manos de una mercantil que se regiría por el derecho privado a cambio de alguna compensación económica por el uso.

El objetivo es, por una parte, facilitar el funcionamiento de la feria quitándole el peso de la deuda, que ahora mantiene por ejemplo las puertas de las entidades financieras cerradas a la institución. Y, por otro, dotarla de una flexibilidad de funcionamiento que, en opinión de los gestores, sería imposible si tuviera que ajustarse a los requisitos del sector público.

La negociación ha estado sujeta a vaivenes por la reticencia a reconocer el carácter público de la feria, ya que lleva décadas funcionando como una sociedad privada. Y por el escándalo sobre los sobrecostes en la ampliación, que fue destapado por Intervención de la Generalitat y que ahora está en manos de la fiscalía.