Descensos dramáticos en berberecho, almeja y vieira

Los datos de extracción son indicadores de que algo esta ocurriendo en las poblaciones de moluscos de la ría de Arousa. En la cofradía de Cambados no fue hasta 2010 cuando la almeja se recuperó de la catástrofe del Prestige con una producción en torno a 400.000 kilos. Pero desde entonces hasta ahora se constata una progresiva caída de las extracciones. Así, en 2011, se registran 375.000 kilos de esta especie vendidos en lonja; 285.000 en 2012; 270.000 en 2013 para caer a 230.000 kilos en 2014.

Respecto al berberecho que se extrae en los arenales de Cambados, una especie que no está afectada por el mortal parásito de la familia de la Merteilia aislado por primera vez en Galicia, el descenso es todavía más pronunciado, pasando de 97.234 kilos en 2010 a 38.524 en 2014.

La vieira con 224.466 kilos en 2007 también ha ido cayendo progresivamente y casi al cierre de esta campaña solo se han capturado 48.863. Lo mismo ocurre con la volandeira que logró alcanzar en 2008 su cota máxima desde el Prestige con 179.624 kilos vendidos en lonja para después bajar hasta los 87.565 kilos este año.

Respecto a los lombos del Ulla, en Carril, el exterminio del berberecho común —cuya reproducción no ha tenido para los biólogos de la Xunta el éxito esperado— ha sido la gota que colmó el vaso para el sector. En la campaña de hace dos años las extracciones cayeron a la mitad con 244.217 kilos y en la de este año, aún incompleta, sólo se recogieron seis kilos en viveros. La producción de almeja, ahora también afectada por el parásito, ha descendido dramáticamente, pasando de 435.563 kilos en 2012 a 15.636, según los últimos datos de diciembre de la cofradía.

El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) lleva dos años realizando muestreos del agua en distintos puntos de la ría de Arousa desde que se detectó el parásito, pero no se conocen los resultados definitivos de estos estudios. El Marteilia es un protozoo que parasita a los moluscos bivalvos atacando su aparato digestivo y debilitándolo hasta que muere, pero es inocuo para el ser humano. Los científicos creen que este patógeno microscópico se pudo introducir a través de especies foráneas o del lastre de los barcos. El sector ha lanzado la alerta de que podría estar afectando a las poblaciones de vieiras y de mejillón.