12 años de cárcel para los rumanos que mataron a otro en Gernika
La Audiencia Provincial de Bizkaia condena a los hermanos que ya cumplen preventiva
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a penas de 12 años y 6 meses de prisión por homicidio, con agravante de abuso de superioridad, a los dos hermanos rumanos, de 28 y 34 años en el momento de los hechos, que mataron a cuchilladas a su compatriota Bogdan Constantin Leu, de 27 años, en Gernika (Bizkaia) el 29 de junio de 2013.
Los condenados, que ya cumplen prisión preventiva, tendrán que indemnizar solidaria y conjuntamente con 265.000 euros a la familia de la víctima. La agresión mortal tuvo lugar alrededor de las cuatro de la madrugada del 29 de junio de 2013 en la confluencia de la calle Askatasuna con la travesía Iparraguirre de la villa foral. Los autores persiguieron a la víctima desde la calle Juan Calzada y lo alcanzaron en ese cantón, donde lo apuñalaron.
El joven herido por arma blanca logró subir por su propio pie y dejó un reguero de sangre por las escaleras que unen el callejón con Juan Calzada, donde poco después cayó muerto. Tras recibir el aviso de que en esa vía se encontraba un joven herido, una patrulla de la Ertzaina y una ambulancia se acercaron al lugar, pero media hora después un médico solo pudo certificar su muerte. Poco antes de las seis de la mañana, la Ertzaintza detuvo a los dos hermanos por su implicación en la agresión.
Según el relato aprobado por el jurado popular que les juzgó, uno de los hermanos mantuvo una discusión previa a la agresión mortal en el pub Aker con la víctima y posteriormente fue a buscar a su hermano a su domicilio. Posteriormente, uno de los acusados sacó un cuchillo en el pub e hizo gestos amenazantes. Tras perseguir a la víctima, los dos hermanos propinaron patadas a ésta, quien murió por las heridas recibidas de dos cuchillos diferentes. Las muestras de sangre recogidas en las ropas de los agresores confirmaron que pertenecían a la víctima, que falleció por herida de arma blanca en el corazón.
Los dos acusados, armados con dos cuchillos, aprovecharon que la víctima estaba sola, "bastante bebida" y desarmada. Respecto a la alegación de la defensa de que uno de los hermanos tuviera sus facultades significativamente alteradas por haber consumido alcohol, el jurado lo rechazó y consideró que hay pruebas testificales de que "no estaba bebido" cuando sucedieron los hechos.
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