La Zona Franca de Cádiz prevé crear 500 empleos con la compra de Altadis

Los suelos industriales que la empresa tabaquera Altadis dejó vacíos en Cádiz pueden tener uso muy pronto. El delegado de la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, ha confirmado su intención de adquirir estos terrenos en una operación que dio por “prácticamente hecha” y que valoró en unos 35 millones de euros. Según reveló, tres empresas ya están dispuestas a instalarse en esos terrenos e, incluso, ocupar parte de las naves que siguen en pie, con lo que su puesta en marcha podría ser rápida si todo avanza sin obstáculos. “En dos años estas compañías podrían llegar a generar entre 300 y 500 empleos en la bahía gaditana”. La tasa de desempleo en Cádiz ronda el 41%.

La fábrica de Cádiz echó el cierre en abril de este año dejando atrás dos siglos de tradición tabaquera en la ciudad. Altadis ya no consideraba competitiva esta factoría y trasladó toda su mercancía y actividad a otras plantas de España y Francia. La medida sólo afectó a 20 operarios, los últimos que quedaban en una factoría que pervivía sin apenas faena. Llegó a tener 3.500 trabajadores. Dejó vacíos 153.000 metros cuadrados industriales, en un entorno lleno de solares y naves sin uso, como los de Delphi, El Trocadero o Las Aletas en Puerto Real.

Pero estos suelos tienen la ventaja de ubicarse junto al recinto interior de la Zona Franca, de ahí que el Consorcio fuera uno de los primeros en interesarse en su adquisición. El Ministerio de Industria avaló esa operación otorgándole ayudas a la reindustrialización que servirán para hacerla efectiva. En el camino, la Junta propuso ubicar allí la Ciudad de la Justicia, una propuesta rechazada por el Ayuntamiento (PP) y el Ejecutivo central.

Tras señalar que las negociaciones están muy avanzadas, Ramos no ha querido dar muchas pistas sobre las tres empresas interesadas para evitar que la operación se tuerza, algo que ya ha ocurrido demasiadas veces en la bahía de Cádiz. “Una es una empresa de gran envergadura que quiere ocupar naves en pie de la fábrica. Podría ocupar hasta 50.000 metros cuadrados”, ha revelado. Sobre las otras dos, de más reducido tamaño, tampoco quiso revelar más detalles para respetar la confidencialidad de la negociación. “Entre las tres podríamos generar en sólo dos años entre 300 y 500 empleos”.

La operación oscila entre 35 y 38 millones, otorgados por Industria

Pese a dar por prácticamente cerrada esta operación, Ramos ha reconocido que hay un escollo inesperado. “Hemos sabido que una parte de estos suelos ocupados por Altadis no pertenecían a Altadis sino que son de la Autoridad Portuaria. Esperemos que no haya problemas en que nos los cedan o los podamos comprar”. El delegado ha confirmado que el desembolso al que tendrá que hacer frente la Zona Franca será de entre 35 y 38 millones de euros, pagados con el dinero de Industria.

Las cuentas del Consorcio fiscal gaditano seguirán en 2014 en números rojos. Los ingresos y gastos se han equilibrado pero la Zona Franca arrastra préstamos bancarios de 100 millones, lo que provoca que anualmente tenga que pagar siete millones sólo en intereses. El delegado pretende deshacerse de activos como el estadio Ramón de Carranza para obtener liquidez. Y otro de sus retos es que se culminen proyectos pendientes. El de Carbures tendrá que esperar. La empresa está en una delicada situación desde que se suspendiera su cotización en el mercado alternativo bursátil por las dudas sobre sus cuentas aparecidas en una auditoría. Así que su fábrica de materiales compuestos para el sector de la construcción sigue a la espera de una decisión de la compañía.

Una empresa que se va de la Zona Franca es Procosur. La empresa de congelados, que fue pionera en Andalucía, ha comunicado ya su disolución y presentará un ERE para extinguir los contratos de sus 120 empleados. Jorge Ramos ha lamentado esta decisión, pero ha aclarado que el Consorcio ha ayudado en todo lo que ha podido a esta compañía. “Hacía dos años que no nos pagaban por ocupar los suelos del recinto fiscal y hasta le he hemos sufragado la factura del agua”. Ahora, la Zona Franca será un acreedor más de esta firma que cierra después de tres años de historia. La duda es si algún inversor podría hacerse cargo del proyecto para remontarlo.

Puerto Real asume 70 millones de los 160 que costará el parque eólico marino de Wikinger

El País

Iberdrola y Navantia han firmado un acuerdo, valorado en 160 millones de euros, para que la naviera participe en la construcción e instalación del parque eólico marino (offshore) alemán de Wikinger.

Los astilleros de Navantia en Puerto Real se encargarán de construir y, posteriormente, instalar en el emplazamiento la plataforma de la subestación marina del parque alemán. El importe de esta adjudicación asciende a 70 millones de euros y el plazo de ejecución de los trabajos se extiende hasta la primavera de 2016.

Navantia construirá desde su astillero de Fene, en la Ría de Ferrol, las 29 estructuras de anclaje (jackets) que se instalarán en otros tantos aerogeneradores de Wikinger. El valor de este acuerdo asciende a 90 millones de euros y, según los plazos previstos, los pilotes comenzarán a instalarse en el mar en el primer trimestre de 2016, una operación que culminará a finales de verano de ese mismo año.

Este contrato es uno de los mayores que Iberdrola ha adjudicado hasta la fecha a una empresa española en el sector de las energías renovables y representa la entrada de Navantia en un mercado estratégico, como es el de la eólica offshore.

Está previsto que cerca de 700 empleados de Navantia se involucren durante los dos próximos años en este proyecto, por lo que el astillero se ha asegurado una importante carga de trabajo. Además, esta adjudicación podría propiciar que Navantia participe, en un futuro, en la construcción de nuevos parques eólicos marinos.