La apuesta de Urkullu por la I+D hasta 2020 no evalúa el empleo

La mayor apuesta del Gobierno vasco para el resto de la legislatura, que se prolongará hasta 2020, el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación, y que vincula a las tres diputaciones forales a las que exige apoyo económico, hasta completar los 3.677 millones de euros totales públicos, ha sido aprobada esta mañana sin incorporar una estimación de los empleos que va a generar, ni del número de empresas o el beneficio social que va a traer. El mayor esfuerzo presupuestario público sí estima, sin embargo, la inversión privada que quiere arrastrar. De los 11.100 millones de euros que el lehendakari anunció el lunes que quieren movilizar en total, un total de 6.609 millones son una previsión. De hecho el único compromiso real y tasado del Gobierno es el que ha incorporado al proyecto de presupuestos para 2015, y que suma en torno a 400 millones de euros, entre las partidas que va a destinar a la puesta en marcha del citado plan, aunque nadie duda de que la presencia de los tres diputados en la foto de la firma del acuerdo del lunes con los agentes científicos y tecnológicos, le da carta de naturaleza. El Consejo de Gobierno no ha manejado los datos del impacto social que va a generar, y tampoco del empleo que va a crear, según ha confirmado el consejero portavoz, Josu Erkoreka. El departamento de Desarrollo Económico lo está estudiando. 

Hasta la fecha la mayoría de los planes con contenido económco del Gobierno llevaban incorporada una previsión de creación de empleo, y más en la actual coyuntura. El Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación Euskadi 2020, va a intentar movilizar hasta ese año 11.100 millones de euros en inversiones en I+D+i, 3.677 millones será aportada por las administraciones públicas, siendo el propio Ejecutivo autonómico el más generoso, con 2.737 millones.

814 millones deberán

De hecho ese es el único dinero que está medianamente garantizado ya que el resto ha de llegar de una iniciativa privada que tendrá que movilizarse hasta el punto de que las empresas destinen 6.609 millones de euros a financiar proyectos de investigación propios. Los 814 millones restantes deberían captarse de fondos europeos y a través de la participación de proyectos de I+D desarrollados en Euskadi para multinacionales, otra partida que es, de hecho, otra estimación.

La nueva política de I+D del Gobierno Vasco se basa en la Estrategia Europa 2020 y en la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3). Se fija como prioridades estratégicas los ámbitos de la Energía, la Fabricación Avanzada y el binomio Biociencias-Salud y cuatro sectores o "territorios" de oportunidad: Industria agroalimentaria más ligada a la sostenibilidad y el entorno humano; planificación territorial y regeneración urbana; Ecosistemas y el mundo del Ocio, entretenimiento y cultura.