ERC permite tramitar las cuentas de Mas para forzar el adelanto electoral

Esquerra Republicana (ERC) cumplió ayer el guion previsto y anunció que no presentará ninguna enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos de Artur Mas para 2015. Los republicanos vertieron críticas furibundas contra las cuentas de su exsocio, pero no bloquearán mañana en el Parlament el inicio de la tramitación de las mismas. No solo eso: también votarán junto a CiU contra todas las enmiendas que ha presentado el resto de la oposición, desde el PP a ICV. El objetivo es dar un mes de plazo a Mas y a Oriol Junqueras para que pacten el adelanto electoral que los republicanos quieren inminente. La semana clave será la del 19 al 23 de enero, cuando las enmiendas se debatan en comisión.

Pere Aragonés, diputado de Esquerra, consideró, sin embargo, que ya no será necesario alcanzar ese escenario porque está convencido que en esa fecha Mas ya habrá convocado los comicios. De hecho, los independentistas estiman incompatible impulsar a la vez el calendario electoral y los Presupuestos, por lo que son partidarios de prorrogarlos como medida provisional. Por ello, ERC instó al presidente catalán a fijar ya la fecha, e incluso le animó a anunciarla durante su discurso de Fin de Año. En cualquier caso, los independentistas pusieron en valor su gesto de “generosidad política” que evitará que, por primera vez en 34 años, las cuentas de un Gobierno catalán no pasen el primer corte parlamentario.

La estrategia de Esquerra supone un balón de oxígeno para Mas, que la semana pasada redobló su presión sobre el PSC para que no bloqueara la votación. Curiosamente, los convergentes han estado 11 días sin negociar con ERC. Es decir, no han vuelto a conversar desde la última reunión entre Mas y Junqueras. Pero el “gesto” de Esquerra no oculta que las relaciones entre ambos se han deteriorado profundamente. No solo discrepan en cómo afrontar las plebiscitarias en relación con una hipotética lista única independentista. Su divergencia se centra en el contenido de las cuentas. ERC cree que son inaplicables, propias de una autonomía que “agoniza”, que perpetúan la dependencia política y que apenas incorporan elementos de estructuras de Estado. Es decir, que no concuerdan con la hoja de ruta hacia la independencia que Mas dibujó en su conferencia del pasado 26 de noviembre.

“Esto no es un cheque en blanco”, reiteró Aragonés, que consideró casi “temeraria” la actitud del Ejecutivo catalán al arriesgarse a acudir al pleno del Parlament sin un pacto previo. El principal escollo es que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, ha previsto 2.300 millones de euros en gastos que fía a la venta de inmuebles (300 millones) y a una negociación con el Ministerio de Hacienda (2.000 millones); es decir, según ERC, a la “caridad” del ministro Cristóbal Montoro. Esa suma se desglosa así: 779 millones de anticipo del Fondo de Competitividad de 2015 que no están contemplados en los Presupuestos Generales del Estado; 636 millones por la compensación por los impuestos de depósitos bancarios; y 759 millones por la aplicación de la disposición adicional tercera del Estatuto (sobre inversiones del Estado en Cataluña), que la Generalitat reclama al Gobierno desde 2008. Esquerra mostró su estupefacción por el hecho de que Mas confíe en un Gobierno que, según Aragonés, anima a la fiscalía a presentar querellas y bate récords en la baja inversión de infraestructuras en Cataluña.

Por ello, su plan es prorrogar las cuentas, como se ha hecho en Navarra y en Asturias o como hizo en 1996 el Gobierno del PSOE con los votos de CiU justo antes de las elecciones. La idea es que esa prórroga se sustente en un suplemento de crédito de 600 millones, que se destinarían a abonar la paga extra a los funcionarios y a dejar de recortar el 15% del salario a los interinos. La suma se extraería de los 363 millones de intereses que dejará ahora de pagar la Generalitat y la subida en recaudación de impuestos: 233 en transmisiones patrimoniales y 96 más en donaciones y sucesiones.

El PSC reiteró que votará en contra de estas cuentas y ofreció el mismo diagnóstico que ERC: que son ficticias, al depender de una relación institucional con el Gobierno que está rota; y que son antisociales, al caer la inversión por habitante a los niveles de 10 años atrás. Los republicanos, sin embargo, acusan al Gobierno central de imponer los recortes al exigir un déficit del 0,7% del PIB. Tanto PSC como PP recriminaron a ERC que desbloquee las cuentas como moneda de cambio para lograr las elecciones. ICV pidió a Esquerra que no sea “rehén de la apuesta” de esos comicios.