Nou Barris clama contra la “injusticia” de la pobreza en la plaza Sant Jaume
La tensión del distrito más pobre afloró el martes durante la Audiencia Pública
Primero se declararon cabreados. Luego adquirieron protagonismo en el drama de los desahucios, hasta el punto de que el barrio de Ciutat Meridiana fue rebautizado como Ciudad Desahucio. Más tarde las estadísticas evidenciaron que el distrito de Nou Barris está en la punta más baja de la creciente brecha social de la Barcelona que tanta marca promociona. Últimamente, la zona ha asistido a episodios dramáticos, como el asalto a una oficina de servicios sociales o la romería de 16 desahucios en una sola mañana. “No es pobreza, es injusticia”, claman ahora. Y ayer trasladaron su malestar al centro de Barcelona.
Unos 1.500 vecinos de barrios como la Guineueta, Ciutat Meridiana, La Prospe, Torre Baró, o Porta se manifestaron entre la plazas Urquinaona y Sant Jaume, sede de la Generalitat y el Ayuntamiento. En la protesta participaron también barrios del vecino distrito de Horta-Guinardó, como el propio Guinardó o Montbau, además de representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB).
“No es pobreza, es injusticia”, gritaron los vecinos, que en el manifiesto de su última campaña incluyen un listado que subraya cuestiones como que el 80% de reclamaciones a la Síndica de Greuges sobre los servicios sociales y la vivienda social de la ciudad proceden del distrito; que su renta es tres veces menor que la de Sarrià; que el paro registrado es el más alto (19,6%); que alberga a la mayor bolsa de receptores de la Renta Mínima de Inserción (RMI), o que la esperanza de vida en el distrito está por debajo de la media de la ciudad.
“Tenemos derechos y no queremos caridad”, finaliza el manifiesto, que recuerda que mientras los más pobres se han empobrecido los más ricos se han enriquecido. El texto exige a las administraciones que, además de destinar más recursos a las zonas con menor renta, “trabajen de forma transparente y activa con los agentes sociales del territorio”.
La marcha, en la que además de pancartas algunos vecinos llevaron antorchas, pasó por delante de la sede de la patronal Fomento del Trabajo, donde el Rey Felipe VI pronunció más tarde un discurso durante una entrega de premios. “Felipe, escucha, Nou Barris está en lucha”, gritaron.
La tensión que vive la zona más pobre de Barcelona se visualizó también el martes durante la audiencia pública celebrada en la sede del distrito. Unos cincuenta activistas, entre asociaciones de vecinos e integrantes de entidades como 500x20, que defiende el derecho a la vivienda, o la propia Nou Barris Cabrejada organizaron una protesta contra las políticas del Ayuntamiento, que acabó con la lectura de un manifiesto y el llamamiento a participar en la manifestación de ayer.
No es la primera vez que el malestar de los vecinos llega al distrito. Ocurrió también en la anterior audiencia, poco antes del incidente de los servicios sociales, cuando algunos vecinos expusieron la difícil situación en la que viven entre llantos.
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