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Sonidos noctámbulos

El ciclo Músicas de Noche alarga la jornada con conciertos en bares y salas

Pedro Cortejosa y su grupo en Cambalache.
Pedro Cortejosa y su grupo en Cambalache.jesús heredia luque

Si algo enseñó la serie Treme, ambientada en la Nueva Orleans arrasada por el Katrina, es que la música es curativa. Allí el ritmo se cultivaba en las casas, se adoraba en las iglesias, se bendecía en los bares. Algo así sucede en Cádiz durante los días del Festival de Música Española. Las canciones y las melodías laten desde el corazón del certamen para circular por las venas que son los pubs y bares de la ciudad. Jazz, flamenco y canción de autor bullen en el ciclo Músicas de Noche. 

En sus 12 ediciones el festival siempre ha querido llevar hasta todos los rincones el poder de la música y reservar los conciertos más íntimos para las noches. La edición de este año se abre el día 20 con Los Ruidópatas, en la sala Pay-Pay, y Obatalá Trío, en Cambalache.

Ambos establecimientos se sumaron a esta iniciativa como garantes, casi en extinción, de la música nocturna, centinelas de que los conciertos, como representación del talento artístico, no desaparezcan en el precipicio de la crisis. Por eso, los organizadores del festival quisieron reconocer esta labor programando, durante los 10 días del certamen, conciertos en estos establecimientos que aman y cuidan la música. Es también una forma de retener al público más joven, atraerlo hacia las actividades convocadas. Estos conciertos se organizan en la proximidad de la medianoche, para que no coincidan con el resto de la programación.

Y otro de los retos del ciclo es potenciar el talento local. En esta edición estará también el cantautor Miguel Rodríguez, quien presentará sus composiciones en Pay-Pay, cuna oficial de los letristas con más ritmo. Por la sala Arsa pasará Nolasco, acompañado de la guitarra flamenca de Pedro Peña, la acústica de Francisco Macías, la percusión de Manu Reina y el cante de Raúl Gálvez. Nolasco presenta su quinto disco Nuevos atardeceres en un recital que define como “real, emocionante y cercano” en el marco de este homenaje magno a la música y a los bares.

Bares como El Pelícano, otro de los escasos espacios en Cádiz que sirve talento como si lo llevara en su carta. El grupo Royal Mail desplegará sus sonidos pop rock el 21 noviembre.

Al siguiente sábado, el 27, Carmen de la Jara cantará y Javier Osuna ilustrará sus canciones en El Café de Levante, otro referente gaditano de tertulia, literatura y arte. En la sala Cambalache estará el dúo formado por el saxo tenor de Pedro Cortejosa y la batería de David León. Y, de nuevo, en El Pelícano, Guillermo Alvah y los Predicadores sellarán con rock la madrugada de una ciudad que, ya por entonces, empezará a despedirse del festival. Hasta que la música vuelva a bombear el año que viene.

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