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La reducción de la deuda permite aumentar las inversiones en Madrid

Los presupuestos para 2015 destinan uno de cada cuatro euros a pagar a los bancos

Ana Botella (Partido Popular) ha presentado esta mañana sus últimos presupuestos como alcaldesa de Madrid, que tras los "ajustes" en los servicios públicos de los últimos tres años, "devuelve a los ciudadanos parte de ese esfuerzo" en forma de una bajada de impuestos (la presión fiscal se reduce de media un 10%, lo que se traduce en 62 euros anuales) y unas cuentas en las que "la deuda ha dejado de ser un problema". Tras abonar más de 4.000 millones a los bancos desde 2012, el Ayuntamiento de la capital cerrará esta año con una deuda de 5.969 millones de euros, que prevé reducir a 5.093 millones en 2015 y a 4.470 millones en 2016. Si se cumpliera ese objetivo (el próximo mes de mayo se celebran elecciones municipales y podría producirse un cambio de gobierno y, por tanto, de prioridades económicas), la ciudad cumpliría al fin el requisito legal de rebajar su deuda por debajo del 110% de sus ingresos corrientes. Pese al optimismo de Botella, el camino que resta no es fácil: este año, uno de cada cuatro euros ingresados por el Ayuntamiento se destinarán al pago de la deuda (este año ha sido uno de cada tres).

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El presupuesto municipal suma 4.388 millones de euros, un 1,3% menos que el año pasado, debido precisamente al descenso de gastos financieros (se amortizarán 735 millones de deuda, más otros 207 millones de interés, frente a los 1.084 millones de amortización y más de 300 millones de intereses de 2014).

Los gastos de personal se elevan a 1.297 millones (un 2,9% más) debido a la recuperación de los beneficios sociales para los funcionarios recortados en 2012; y al abono de una cuarta parte de la paga extraordinaria de diciembre de 2012, retenida en su momento y devuelta en parte ahora por indicación del Ministerio de Hacienda (PP). La plantilla del Ayuntamiento se mantiene congelada, con 28.776 empleados públicos (96 menos que el año pasado, por traslados y jubilaciones).

El gasto en inversiones se incrementa un 20,9% hasta los 220,9 millones de euros, que servirán, entre otros proyectos, para construir un centro de mayores en el barrio de la Estrella y el parque de bomberos de la calle de San Bernardo; ampliar el servicio público de alquiler de bicicletas (con 35 estaciones que llegarán hasta la plaza de Cuzco); crear las áreas de prioridad residencial de los barrios de Justicia y Universidad; colocar cámaras de videovigilancia en el centro y la zona de Azca; rehabilitar la finca de Torre Arias; extender el parque lineal del Manzanares; reparar el anillo ciclista; y poner pistas de patinaje junto al río. La mayor parte del dinero se destinará, en cualquier caso, a renovar el alumbrado urbano (59,5 millones), las zonas verdes y mobiliario urbano (27,5 millones) y el asfaltado y aceras (21,5 millones), tras el deterioro de tres años de recortes presupuestarios.

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El gasto en servicios y bienes corrientes asciende a 1.609,5 millones (un 2,9% más), y crece en todas las áreas de gobierno (excepto Urbanismo) y en la suma de los 21 distritos (sólo salen perdiendo Retiro, Salamanca, Chamartín y Moratalaz). Medio Ambiente y Movilidad suma un 6,4% (concentra más de una cuarta parte del presupuesto total municipal); Hacienda gana un 13,1%; Seguridad, un 3,5%; Las Artes, un 1,3%; Servicios Sociales, un 0,9%; y los distritos, un 2,6%. Urbanismo pierde un 5,5% de su presupuesto.

Respecto a los ingresos, se reducen en la misma cuantía que los gastos (1,3%). Las transferencias por la participación en los tributos estatales suben un 1,3% hasta los 1.333 millones, y son la principal fuente de financiación; seguidas por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, que, pese a que se congela y reduce para tres de cada cuatro viviendas, aumenta su recaudación total (1.279 millones) un 1,5%.

Aumenta también la aportación del impuesto de plusvalía (un 26%), pese a las rebajas aprobadas por Botella, al reactivarse la venta de pisos de segunda mano; y el Impuesto de Actividades Económicas (un 7,3%), por la recuperación empresarial en ciernes. El impuesto de vehículos cae un 11,5%, y desaparece la tasa de basuras (130 millones anuales), lo que recorta uno de cada cuatro euros que el Ayuntamiento ingresa por tasas. Los ingresos por venta de edificios o suelo y por operaciones de capital son ya casi testimoniales.

Críticas de PSM e IU

El líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, considera que los presupuestos para 2015 del Ayuntamiento de Madrid “no ofrecen ningún cambio de tendencia respecto de ejercicios anteriores”. “Una vez más, la principal partida acabará en los bancos. 21 de cada 100 de euros de este presupuesto se destinan al pago de una deuda generada por años de despilfarro y desmesura en el Ayuntamiento de Madrid”, ha indicado Lissavetzky.

“Los madrileños seguiremos pagando los platos rotos de la fiesta del PP mientras la ciudad se resiente. Sólo se dedican cinco de cada 100 euros a inversiones, lo que sitúa el mantenimiento de Madrid por debajo de los mínimos imprescindibles”, ha añadido. “El recorte presupuestario está detrás de la suciedad en las calles, o del mal estado del arbolado. No se puede hacer más con menos, por mucho que la alcaldesa haya tratado de repetir la frase como un mantra”, ha concluido.

El líder municipal de Izquierda Unida, Ángel Pérez, ha señalado: “Cuando Ana Botella llegó a la Alcaldía todo era un desastre. El déficit disparado, el remanente negativo y se pagaba tarde a los proveedores. A esta enumeración, realizada hoy por la propia alcaldesa con motivo de la presentación de los Presupuestos de 2015, le ha faltado, un pequeño detalle: que esa horrible herencia recibida que deja entrever es del mismo gobierno del que ella formaba parte antes de ser alcaldesa y del mismo partido en el que milita”.

“Para IU, lo hemos dicho muchas veces, la deuda no es mala en sí misma si se genera para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Pero, lejos de ser así, ha sido justo lo contrario; es decir, el actual equipo de gobierno presume de haber acabado con los problemas financieros municipales pero no se dice que, de ser así, ha sido a costa de tener menos y peores servicios. Basta salir a la calle para ver cuál es el estado de su limpieza o cómo están las aceras o las dotaciones públicas”, ha añadido Pérez.

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