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Gaudí, 30 años en el top de la arquitectura mundial

El 2 de noviembre de 1984 la UNESCO declaró el Parc y Palau Güell y La Pedrera Patrimonio de la Humanidad

José Ángel Montañés
La Pedrera de Gaudí, en pleno paseo de Gràcia, visto desde una casa vecina.
La Pedrera de Gaudí, en pleno paseo de Gràcia, visto desde una casa vecina.

A lo máximo que puede aspirar un arquitecto es, aparte de recibir muchos encargos para construir edificios, que estos acaben reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, un reconocimiento a su singularidad y un sello de garantía de que se toman todas las medidas para su conservación. Antonio Gaudí tiene el privilegio de tener más edificios que ningún otro arquitecto con esta garantía internacional: Hasta ocho diferentes. Siete situados en la ciudad de Barcelona: Parque Güell, Palau Güell, Casa Milà (La Pedrera), que fueron reconocidas en 1984, el mismo día que fueron galardonadas la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba, la catedral de Burgos o la Estatua de la Libertad de Nueva York. 21 años más tarde, en 2005, se añadían a esta exclusiva lista la Casa Vicens, la fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la Cripta de la Colonia Güell, esta última en Santa Coloma de Cervelló.

Este domingo se cumplen precisamente 30 años de la declaración como Patrimonio Mundial del Parc Güell, el Palau Güell y la Pedrera. El reconocimiento ponía fin a décadas de olvido, burla y menosprecio (cuando se construía La Pedrera se aseguraba que el edificio parecía un garaje para dirigibles) y se convertía en un punto de inflexión en el que ahora el problema no es el desinterés, sino todo lo contrario: Cómo hacer frente al desgaste del alud de personas que visitan las obras del genial arquitecto a diario.

Fachada del Palau Güell en 1895.
Fachada del Palau Güell en 1895.grandas

El Palau Güell, construido entre 1886 y 1890, es propiedad de la Diputación de Barcelona desde 1945, siendo uno de los pocos edificios de Gaudí que están en manos públicas. Este palacio urbano es una obra de juventud concebida como vivienda particular de Eusebi Güell y su mujer Isabel López, en la que ya se pueden descubrir cuáles serán muchas de las características de sus edificios posteriores. En el Palau no se ahorró en materiales nobles utilizados como la piedra, el mármol, la madera, el vidrio o el hierro forjado. Tras una intensa reforma a la que ha sido sometido, se puede visitar desde 2011

Para celebrar la efeméride sus dueños han previsto que la visita sea gratis todos los domingos hasta finales del mes de enero, unas jornadas que se suman a las de puertas abiertas que se ofrecen cada primer domingo de mes. Para hacer más atractiva la visita se abren dos nuevas salas a la planta de dormitorios e inaugura la exposición permanente: Palau Güell: miradas al mobiliario, que estará abierta desde el 7 de noviembre y que permitirá ver muebles originales creados por Gaudí para el Palau Güell y piezas de cuatro de los artistas más relevantes del Modernismo catalán como son Gaspar Homar, Francesc Vidal, Alexandre de Riquer y Joan Busquets.

Viñeta en la que La Pedrera aparece como un garaje para dirigibles.
Viñeta en la que La Pedrera aparece como un garaje para dirigibles.

La Pedrera también está de celebración y le pilla en un momento en el que está en pleno “rejuvenecimiento” estético de su fachada de más de 2.600 metros cuadrados. Los trabajos de restauración integrales son los terceros, tras los de 1988 y 2001, que realizan sus propietarios desde que la antigua Catalunya Caixa compró el edificio. Antes de finales de año terminarán los trabajos para eliminar los efectos del agua en el hierro del forjado y en la piedra, por lo que antes de Navidad no quedará rastro de la polémica lona publicitaria. La actual de color amarillo anuncia la consulta soberanista. Entre todos los anunciantes se intenta reunir los 750.000 euros que cuestan los trabajos de rehabilitación.

Como ocurre en la mayoría de los edificios de Gaudí, los turistas hacen colas a diario para visitar este edificio situado en el céntrico Passeig de Gràcia. En el último año 1,15 millones de personas recorrieron su interior, su terrado o el piso de época.

El enorme banco sobre la sal hipóstila del Parc Güell.
El enorme banco sobre la sal hipóstila del Parc Güell.marcel·lí Sáenz

Los 30 años como Patrimonio de la Humanidad le llega al Parc Güell en un buen momento. El control (y pago) de entradas para recorrer el recinto histórico del parque creado a partir de 1900 por Gaudí como una urbanización exclusiva y privada para su mecenas Güell en la que vivirían 60 familias, ha acabado con los problemas que amenazaban su colapso al recibir casi nueve millones de visitas al año. Desde que hace un año se adoptó esta medida tan polémica y drástica, el número de visitantes ha bajado considerablemente hasta los 2,3 millones. El enorme descenso de visitas (que sigue manteniendo el recinto como el segundo monumento más visitado de la ciudad, después de la Sagrada Familia, también de Gaudí), permitirá rebajar las labores continuadas de mantenimiento de los elementos originales, sometidos a un desgaste y estrés continuo.

La lista del Patrimonio Mundial consta, desde 1978 y hoy en día, de 1.007 bienes inscritos de 161 países. España, después de Italia y China es el país con más bienes culturales registrados como Patrimonio Cultural. Cataluña es la comunidad autónoma con un total de 44 registros es la que más bienes tiene catalogados.

La UNESCO reconoció en 1984 los tres edificios de Gaudí por ser obras maestras del genio creativo humano, ser extremadamente raras y singulares y ser ejemplo de las obras del gran periodo de la cultura catalana de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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