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Contra los bulos y los cuentos chinos

Andalucía Acoge inicia una campaña para atajar los falsos rumores sobre los inmigrantes 25 entidades sociales se han sumado a la iniciativa de la organización

Uno de los grupos de trabajo que participa en el programa de Andalucía Acoge.
Uno de los grupos de trabajo que participa en el programa de Andalucía Acoge.

Es mentira que los ciudadanos chinos no paguen impuestos en España. Es un bulo “totalmente infundado”, defiende el técnico de Hacienda Manuel García en uno de los vídeos de la campaña que ha iniciado Andalucía Acoge para intentar atajar las leyendas urbanas, siempre negativas, que se crean sobre los inmigrantes. ¿Quién no ha escuchado alguna vez que este colectivo no cumple con sus obligaciones tributarias? O que los inmigrantes saturan los servicios sanitarios y son receptores mayoritarios de las ayudas sociales, en detrimento de los españoles. O que los extranjeros son los responsables del aumento del desempleo.

Todas estas afirmaciones se caen con datos objetivos en la mano y con una simple consulta a expertos en el asunto. Y mostrar la realidad es una de las patas que sostienen la iniciativa de la organización no gubernamental bautizada como Stop Rumores. La campaña de Andalucía Acoge funciona tanto en Internet —a través de su página web (www.stoprumores.com) y su difusión en las redes sociales— como en lo físico, con la creación de grupos de trabajo para desmontar esos bulos que surgen por desconocimiento o por mala fe. En el proyecto se han involucrado ya unas 25 entidades sociales andaluzas y más de medio centenar de personas participa a título individual.

“Los estereotipos nos permiten vivir con tranquilidad, pero el problema es que eso lleva al prejuicio y este a la discriminación”, apunta Ángel Madero, educador social y coordinador del proyecto. Se parte de la idea de que cualquiera es capaz de deshacer un falso testimonio. En casa o en una cafetería. Y aunque la iniciativa ha empezado con colectivos, el objetivo es intentar llegar a toda la sociedad, es decir, crear una especie de cadena humana que ayude a neutralizar los bulos sobre la población inmigrante. “Ciudadanía activa”, lo define Andalucía Acoge. El proyecto se concentra ahora en cinco rumores, aunque la idea es ampliar las parcelas de trabajo.

La ONG creará grupos de trabajo para desmentir cinco rumores

Es fundamental contar con información veraz y contrastada. Las cifras desmienten que los extranjeros saturen los servicios sanitarios: el 57,7% de la población española ha acudido al menos una vez al médico de Atención Primaria en el último año, porcentaje que se reduce al 12,7% en el caso del censo inmigrante. El coste farmacéutico, por ejemplo, está en 374 euros por paciente español y en 73,7 euros por extranjero. Los datos también refutan el tópico de que los inmigrantes reciben más ayudas de los servicios sociales: el 93% de los usuarios en Andalucía es población nacional.

La ONG también expone en su campaña la verdad sobre la fiscalidad de los ciudadanos chinos, el mercado laboral y la presencia de inmigrantes en el país. Los españoles perciben que los extranjeros superan el 21% del censo, pero la población no comunitaria representa en realidad el 5,7% del total de habitantes, el 3,7% si se trata de Andalucía. “El rumor se usa por miedo a lo diferente, por encontrar un culpable de lo que te pasa a ti”, argumenta Madero, quien alerta del incremento de este tipo de falsedades cuando se avecinan fechas electorales. Entonces se lanzan “medias verdades” relacionadas con la inmigración para comprobar la reacción entre la ciudadanía.

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A los agentes antirumor que pretende formar Andalucía Acoge no les basta con tener los datos, porque en su trabajo de desmentir bulos es necesario trabajar una parte emocional imprescindible. ¿Cómo se desactiva un rumor? “Con mucha paciencia”, según el coordinador del proyecto. Porque hay que tener una serie de habilidades de comunicación interpersonal, convencer “poco a poco” a la persona que está equivocada, con empatía y después de plantar la semilla de la duda con preguntas y cuestionando el origen de una afirmación.

Hay que practicar una escucha activa e invitar a huir de las generalidades, reforzando la idea de que cada persona tiene unas circunstancias personales que la hacen única. Se aconseja también resaltar los beneficios sociales, culturales y económicos de la población inmigrante. Madero es muy claro a la hora de resumir cuál debe ser la actitud: “hay que tener ganas y no dejar que las medias verdades o las mentiras sigan enturbiando la convivencia”.

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