Un ‘pop up’ gallego

Madrid se ha apuntado a la moda internacional de los restaurantes efímeros, los pop up. Los cocineros llevan sus estilos y productos a fogones ajenos a su ciudad o país y hacen que los comensales viajen sin moverse de la mesa.

Entre las experiencias pop up recuerdo con buen sabor de boca las cenas en Europa Decó (hotel Urban) del portugués británico Nuno Mendes (especialista precisamente en encuentros culinarios de este calibre, como The Loft Project) y de la danesa (ex Noma) afincada en Bolivia Kamilla Seidler (Gustu). Ahora llega al panorama gourmet madrileño un proyecto efímero con vocación de continuidad. Esto es, que alojará diversos pop up sucesivos. Se trata de The Table, concepto desarrollado por la agencia Better en colaboración con Alejandra Anson (Élite Gourmet) y ubicado en el nuevo hotel spa Urso (edificio restaurado de 1915, entre los barrios de Chamberí y Chueca).

Los que estrenan la iniciativa son los jóvenes gallegos Iago Pazos y Marcos Cerqueiro, un taberneiro y un cocinero que revolucionaron en 2009 la cocina de mercado en Santiago de Compostela. Su cocina galaica “reeditada” se extiende también a la localidad marinera de Carril (Pontevedra). Del 29 de octubre al 23 de noviembre los chicos de Abastos 2.0 ofrecerán dos menús, uno de seis platos (Abastada) a 45 euros y otro de nueve platos (Abastada Sideral) a 60 euros. Paseo pola beira do mar, empanada feita al momento, caldo gallego en dous pasos, ravioli dCentolo, ovo d'outono o vaca bella son algunas de la propuestas. Ambas tienen la opción de armonizar los platos con distintos vinos, con el apoyo de Vila Viniteca.

En los próximos cinco meses, en plan ponga una región en su mesa, llegarán a The Table delicias de Cantabria, País Vasco, Asturias... El cartel de las citas más inmediatas lo componen Jesús Sánchez, que trasladará en diciembre la atmósfera y los productos de su cocina cántabra modernizada en El Cenador de Amós, y ya en enero de 2015 aterrizará en Madrid el bilbaíno Fernando Canales con la esencia de su restaurante Etxanobe.

En cada ocasión, el espacio se transformará según los requisitos que cada chef tenga para reflejar lo más fielmente posible la realidad de su restaurante.