Un juez eleva a 316.000 euros el agujero en la cofradía de O Grove
El excontable confesó la sustracción de solo 190.000 y no señaló posibles cómplices
A no ser por la autodenuncia que el máximo responsable del área económica del pósito de O Grove, Fabricio Fernández Aguín, presentó en el juzgado el 1 de noviembre de 2010, por la que asumió la sustracción de 190.000 euros de la entidad, los investigadores se preguntan si se hubiese destapado lo que ahora se conoce: la estafa continuada por la que durante tres años se esfumó más de medio millón de sus cuentas. El juez busca el agujero restante, otros 316.000 euros.
Cuatro años después de que el juzgado número uno de Cambados incoase el procedimiento por un presunto delito de apropiación indebida contra Fernández, las pesquisas no han podido responder a ninguno de los interrogantes que rodean el caso, ni tampoco confirmar los indicios de que el único imputado confeso actuó con algún cómplice. No se sabe dónde puede estar ese dinero.
Nada más conocerse la confesión de Fernández Aguín, la cofradía —entonces presidida por el patrón Francisco Iglesias— se querelló contra él. Hasta entonces no habían trascendido las verdaderas dimensiones del agujero que había en la contabilidad. Tampoco había sido detectado por la Consellería do Mar como órgano que tutela y fiscaliza las cuentas de los cabildos gallegos.
En la querella se acusó al excontable de los delitos de apropiación indebida, malversación de caudales públicos y falsificación de documentos y se solicitó al juzgado que Fernández devolviera los 506.000 euros, el fraude estimado por la entidad y que presuntamente fue sustrayendo el trabajador a lo largo de casi dos años como la persona responsable del área económica.
Para aclarar las cuentas del cabildo, el juzgado encargó en abril de 2011 una prueba pericial contable que fue solicitada por el Ministerio Fiscal. El nombramiento de perito se retrasó varios meses y dada la complejidad que presentó el estudio de las cuentas, se alargaron sus conclusiones hasta el 5 de diciembre de 2012. El perito se remontó a 2007 y acreditó que hasta 2010 no fueron contabilizados en las cuentas de la cofradía 506.760 euros. La misma pericial determinó que para retirar dinero de los depósitos bancarios de la cofradía en La Caixa, Banesto o Citibank se requería de la firma conjunta y mancomunada del patrón mayor Francisco Iglesias y el gestor Fabricio Fernández. Sin embargo el excontable retiró dinero en la ventanilla de los bancos solo con la suya.
Tanto de la auditoría como de la querella contra el imputado podría derivarse la responsabilidad subsidiaria de las entidades bancarias implicadas y de la Consellería do Mar, según apuntaron fuentes judiciales. La aseguradora de la cofradía, Allianz Seguros, ya está personada en la causa.
Francisco Iglesias ya declaró como testigo al inicio de las diligencias pero el juzgado solicitó una segunda declaración que se ha retrasado más de un año. Durante este tiempo fue enviada una comisión rogatoria a Perú, país donde el expatrón fijó su residencia en los últimos meses, pero el juzgado nunca tuvo contestación a las preguntas que le fueron formuladas sobre el caso. Ahora ha sido emplazado para que declare el 6 de noviembre tras ser localizado la semana pasada en O Grove.
El auditor de la cofradía hizo constar hasta 44 transferencias bancarias por importe de 230.000 euros que se hicieron desde las cuentas de la cofradía en las sucursales de Banesto y La Caixa a otras externas “cuya titularidad probablemente ostenta el señor Fernández Aguín”, según la querella. También consta que el excontable realizó hasta cinco retiradas en efectivo de Banesto por 23.500 euros, sin la firma del patrón mayor, que no se corresponden con pagos o gastos de la cofradía y carecen de soporte documental que las justifiquen. En el libro diario de caja de 2010 aparecen 10 retiradas en efectivo, no constando su ingreso en el banco, por 13.000 euros. Otros 238.000 euros correspondientes a la recaudación de compradores y vendedores de la lonja y de las ventas de pescadería de la cofradía no aparecen ingresados en los bancos. Además, el auditor descubrió numerosas anotaciones contables ficticias en el ejercicio de 2009.
Un ludópata confeso
Un informe médico forense declaró que el encargado de llevar las cuentas de la Cofradía de O Grove durante más de tres años sufría "una considerable ludopatía". Un diagnostico acompañado de tratamiento médico que el propio Fabricio Fernández reconoció ante el juez. Pero la acusación particular en representación del cabildo cree que se trata de un montaje para amortiguar su responsabilidad penal.
Tras su primera declaración judicial el 15 de diciembre de 2010 el imputado confeso de apropiación indebida quedó en libertad sin fianza pese a que el montante de la estafa supera los 500.000 euros. Tampoco el juzgado ha podido encontrar bienes a nombre de Fabricio Fernández que por el momento es insolvente.
Después de manifestar que está dispuesto a devolver los 190.000 euros que reconoció haber sustraído, dijo que "había otras personas que tenían acceso a las cuentas y el dinero", pero sin concretar quiénes eran.
La querella que interpuso la cofradía después de que el excontable reconociera el delito en el juzgado señala que en junio de 2010 "se detectaron operaciones contables anómala por los servicios auditores pero no fueron comprobadas hasta que se recibió una notificación judicial por presunta falsificación contra Fabricio Fernández interpuesta por el Consorcio de Seguros (que luego fue archivada), lo que puso en alerta a la corporación. Luego llegó el parte de baja y la carta de dimisión del entonces trabajador de confianza reconociendo la deuda.
Hasta entonces "en modo alguno se podía tener conocimiento o atisbo del alcance o dimensión alcanzada por las supuestas irregularidades", recoge la querella. Fue en ese momento cuando el patrón mayor requirió al auditor que "inmediatamente procediese a la revisión de la contabilidad" y realizase un informe de evaluación.
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