El PP evita una tormenta de críticas al retirar un punto sobre ayudas sociales

El PP no se ha atrevido a plantear una moción que figuraba en el punto cuarto del orden del día, sobre las mejoras de gestión para Lanbide que podría haber desencadenado una tormenta de críticas en su contra, después de la que están  montando los populares alaveses con las ayudas sociales tras las declaraciones del alcalde de Vitoria, Javier Maroto. El pasado julio acusó a marroquíes y argelinos de aprovecharse de la Renta de Garantía de Ingresos y de no querer trabajar.

Después de tres meses de polémica, que investiga la fiscalía por incitación al odio y de considerar urgente, por activa y por pasiva,  una reforma radical de las condiciones de acceso a la RGI  para los más desprotegidos, la parlamentaria del PP, Laura Garrido ha levantado el pie y ha evitado lo que parecía inevitable, que todos los grupos les hubieran acusado de electoralismo y xenofobia por la forma y el fondo de sus propuestas extraparlamentarias. El resto de los partidos tenían muy claro que iban a evitar el debate y criticar al PP, aunque no se llegó a concretar el foro. El departamento de comunicación del PP ha precisado que, con la retirada de la moción, que convertirá en proposición no de ley, persigue propiciar "un debate constructivo".

Ninguno de los cuatro puntos de la moción recoge alguna de las propuestas que ha hecho el PP en los últimos tres meses, como los diez años de empadronamiento para tener acceso a las ayudas, o eliminarlas si el perceptor no ha cotizado a la Seguridad Social. La moción pedía mejorar la gestión de Lanbide, aprobar su relación de puestos de trabajo, constituir la unidad de control interno para hacer más efectiva la gestión y centrarse en la empleabilidad de los perceptores.