La ley antihomofobia ataca la libertad religiosa, según los obispos catalanes
La Conferencia Episcopal Tarraconense rechazan la carga inversa de la prueba
A la Conferencia Episcopal Tarraconense no le gusta la ley que busca asegurar la igualdad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT) que el Parlament aprobó el pasado jueves, después de varios años de tramitación. Así lo dejó claro ayer en una carta que envió tras la celebración de la reunión de todos los obispos de Cataluña en Barcelona, en la que aseguran que la normativa puede “dificultar la libertad religiosa”.
La ley, la única en España que establece multas en casos de homofobia en el ámbito civil,fue aprobada a pesar de los votos en contra del Partido Popular —que presentó una enmienda a la totalidad de la ley— y la oposición de Unió, que votó diferente de Convergència en algunos puntos, como la visibilización de los derechos LGBT en la escuela.
Los obispos aseguraron que valoran positivamente que se “legisle en favor de la no discriminación de ningún colectivo”. Sin embargo, expresaron su temor a que la normativa “dificulte el derecho a la libertad de comunicación de la enseñanza de la fe y moral católicas”.
La Iglesia también se refirió a la prueba inversa de la carga que establece la ley antihomofobia y que implica que el acusado tenga que probar su inocencia, cuando en el resto de los casos sucede justo lo contrario. “Los obispos manifiestan su preocupación porque la ley no tenga suficientemente en cuenta la presunción de inocencia”. Este mismo argumento también causó el rechazo por parte del PP y de Unió al articulado de la norma. Esta modalidad, sin embargo, está avalada por normativas europeas y se utiliza en casos de violencia machista y en el código de consumo.
No es la primera vez que la Conferencia Episcopal Tarraconense se pronuncia sobre esta norma. Cuando en julio pasado la Comisión de Bienestar le dio su visto bueno, los obispos alertaron de “las graves consecuencias en el ejercicio de los derechos humanos de la libertad religiosa, de pensamiento y de conciencia de los ciudadanos de Cataluña” que tenía la ley.
El jueves, durante el debate de aprobación en el Parlament, algunos grupos políticos criticaron explícitamente las palabras del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, que aseguró en octubre que los partidos políticos y los sindicatos mayoritarios estaban “infectados por el lobby LGTB”.
El líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, aseguró: “Siento rabia cuando alguno parece negar o menospreciar la discriminación que sufrimos o hemos sufrido o corremos el riesgo de sufrir los gais. ¡Miren la tribuna! No es un grupo que trabaja en la oscuridad para obtener intereses ilegítimos. Trabajan en defensa de unos derechos que, al final, son de todos. Cuando escucho hablar en términos despectivos de lobby gay me viene a la mente eso de piensa el ladrón que todos son de su condición”, aseguró.
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