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El Clínic deriva 30 operaciones de prótesis de cadera al Sagrat Cor

Tres traumatólogos del centro público harán las intervenciones

Jessica Mouzo
Puerta principal del Hospital Clínic de Barcelona.
Puerta principal del Hospital Clínic de Barcelona.CONSUELO BAUTISTA

El hospital Clínic de Barcelona derivará 30 operaciones de prótesis de cadera al Sagrat Cor, un centro perteneciente a la red pública pero de titularidad privada. El hospital ha justificado el nuevo desvío de pacientes como “un plan piloto estos tres meses para reducir las listas de espera”. Sin embargo, el Clínic va un paso más allá del ya habitual traspaso de pacientes entre centros del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública (Siscat) y volverá a enviar también a tres de sus traumatólogos para que operen a los 30 pacientes derivados. El Sagrat Cor, propiedad de la multinacional IDC Salud (antigua CAPIO), solo pondrá los quirófanos; las pruebas preoperatorias y el seguimiento posterior también correrán a cargo del hospital público.

“Por la mañana no hay quirófanos libres y por las tardes, debido al plan de ajuste presupuestario, las salas quirúrgicas continúan cerradas, por lo que no hay hueco para estas operaciones”, explicó una portavoz del centro. En junio de 2014, 110 personas estaban en la lista de espera del Clínic para ser intervenidos de prótesis de cadera, una de las 14 intervenciones con tiempo máximo de espera de seis meses garantizado por ley. La espera media que tuvieron que aguardar los pacientes ya operados superaba los seis meses y medio.

Sin embargo, mientras el Clínic achaca esta nueva hornada de derivaciones a la orden impuesta por el Departamento de Salud de llegar a fin de año cumpliendo los plazos de espera en las 14 intervenciones monitorizadas, una portavoz del Sagrat Cor insiste en que “no hay ningún acuerdo nuevo”, y que este traspaso de pacientes estaba contemplado dentro de la alianza estratégica acordada entre los dos hospitales el año pasado tras el reajuste presupuestario que sufrió el Clínic.

En 2013, aprovechando la puesta en marcha del Plan de Reordenación Territorial (RAT) —que redibuja el mapa sanitario en Cataluña—, el CatSalut obligó al hospital público a ceder parte de su actividad al Sagrat Cor para reducir su presupuesto unos 17,5 millones de euros (en 2012, la partida destinada al Clínic era de 441 millones; en 2014 es de 411 millones). Entre las medidas ordenadas por Salud, el Clínic debía cerrar 74 camas —un 9% del total— y un 9% de las mesas quirúrgicas. El plan de ajuste contemplaba que, a través de una “alianza estratégica”, el Sagrat Cor aumentase su actividad “con el apoyo de profesionales del Clínic”. Los servicios más afectados por la nueva reordenación sanitaria del hospital público serían medicina interna, neumología, digestivo, traumatología, cirugía vascular y cirugía general. Según la portavoz del hospital de IDC Salud, estas 30 nuevas intervenciones “retoman” el acuerdo estratégico entre ambos centros. “Como hubo cambios en la dirección, se dejó en suspenso hasta que se volvieron a reunir los nuevos interlocutores”, zanjó.

Con todo, ya sea dentro del plan de reajuste o como un nuevo acuerdo para desviar pacientes a la clínica privada, los sindicatos del Clínic advierten de que el hospital, de referencia para unas 540.000 personas, sí tiene los medios para hacer frente a sus listas de espera. “Hay capacidad de camas y de quirófanos. Aunque en verano se reduce la actividad y ahora las salas quirúrgicas están más tiempo cerradas, aquí no se han cerrado quirófanos de forma estructural. Hay medios y personal para afrontar las listas de espera, pero no quieren”, concluye en delegado de CC OO, Sergi Hurtado.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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