Susana se la juega

Un mal paso en falso y la brillante carrera desarrollada hasta ahora por Susana Díaz se puede ir al garete. Por ejemplo, unas elecciones anticipadas. La tentación vive al lado y se llama Presupuestos de 2015. Difíciles de cuadrar, sin morder en los servicios básicos como educación o salud. Hay 600 millones de euros menos. Que se suman a los 3.700 recortados en los dos años anteriores. Todo por cumplir el déficit.

El desacuerdo entre los socios de Gobierno obligaría a dejar “hablar al pueblo andaluz”, ha recordado Díaz. Aunque la presidenta ha reiterado que su intención es agotar la legislatura “hasta el final”, exige dos condiciones: que haya estabilidad en el Gobierno y un presupuesto.

¿De no darse esos requisitos, a quién beneficiaría un adelanto electoral? Algunos socialistas pensaban que a ellos. Díaz es la política mejor valorada de la comunidad y disfruta de una buena reputación en el resto del país. El PP, desarbolado, con un líder de pega, no tiene opciones y reza para que no haya adelanto. Los líderes de IU tampoco lo quieren, aunque por debajo de la mesa tensen la cuerda del Presupuesto.

Este planteamiento se ha visto superado por una reciente encuesta de la Cadena SER, que ponía cifras a lo que muchos sospechaban: que el efecto Podemos puede ser más devastador de lo previsto y destrozar esas previsiones.

Según ese sondeo, el PSOE volvería a ganar las elecciones (31,2%) frente al PP (28,3). Los dos sufren un descalabro monumental: respecto a las autonómicas de 2012, los primeros pierden 8,3 puntos y los segundos 12,4. También retrocede IU, y ahí está el problema: baja 2,5 puntos y se queda en un 8,8%, ¡por detrás de Podemos, que lo dobla (18,1%)!

Y el dato más sorprendente: la mayoría (31,6%) de los andaluces prefiere ser gobernado por una coalición de izquierda con IU, Podemos y Equo, ¡sin el PSOE!

Un gobierno del PSOE en solitario es preferido por el 10% de la población. Una coalición PSOE-IU sólo es apoyada por un 5%. Viéndole las orejas al lobo, el secretario general del PCA, José Manuel Mariscal, ha propuesto un frente popular a Podemos y otros grupos de izquierda. Maíllo habla de “la mayor alianza posible de la izquierda”, de la que excluye al PSOE.

Con el gravísimo problema del paro sobre la mesa, ¡un millón de parados!, la ciudadanía no entendería que cálculos electoralistas de despacho decidieran el adelanto en un año y medio de unos comicios que deberían celebrarse en marzo de 2016. Hasta Felipe González está en contra.

Por el contrario, un buen remate de la legislatura, con datos positivos en el desempleo y una buena política social serían el mejor antídoto contra los malos augurios que pesan sobre los dos socios del Gobierno.

Susana Díaz se la juega en las próximas semanas.

@JRomanOrozco