El Síndic acusa a la Generalitat de vulnerar los derechos de niños tutelados
La DGAIA solo tiene 25 plazas tuteladas para niños con trastornos psiquiátricos
"Hay chicos muy agresivos y otros con trastornos psiquiátricos que agreden tanto a sus compañeros como a los educadores y tardan años en ser derivados a otros centros". Es el testimonio de un ex trabajador del Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) de Sant Josep de la Muntanya, el mayor centro concertado para menores tutelados por la Generalitat, con 60 plazas y situado en el barrio de La Salut de Barcelona. "Llegábamos al punto de no saber lo que era legal y lo que no. No sabíamos si las contenciones eran las adecuadas, pero era la única manera que teníamos decontrolar a los niños para que no se hicieran daño a sí mismos ni a los demás", apunta.
La convivencia en los CRAE de menores con patologías psiquiátricas y problemas de comportamiento con otros sin estos trastornos es una irregularidad a la que la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA) no está poniendo fin. "Están mandando a estos chicos a centros CRAE que no reúnen las condiciones para atenderlos", denuncia María Jesús Larios Paterna, adjunta para la defensa de los derechos de los niños y de los adolescentes del Síndic Greuges de Cataluña. "La Generalitat está vulnerando el derecho de estos menores", añade Larios, quien ha declinado detallar los centros a los que se refiere.
El problema de fondo, explican fuentes del sector, es la falta de plazas en los Centros Terapéuticos —especializados en menores con trastornos psicológicos y problemas de adicciones— y los Centros Residenciales de Educación Intensiva (CREI) —para niños con problemas de conducta—, lo que hace que los menores que deberían residir en ellos permanezcan durante años en un CRAE a la espera de que quede un plaza libre.
La DGAIA, por su parte, defiende que "el simple hecho de tener una discapacidad o un problema de salud mental no implica que los niños y adolescentes tutelados por la Generalitat no puedan residir en un CRAE, que son centros que ofrecen un trato afectivo y una vida cotidiana personalizada e integrada en un barrio o comunidad". Este organismo, sin embargo, rechaza informar sobre cuántos menores están a la espera de un cambio de centro adaptado a sus necesidades.
La falta de infraestructuras hace que muchos menores estén en un CRAE cuando deberían de estar en un CREI o en un centro terapéutico. Menores con problemas mentales y con problemas de conducta que dificultan la vida en los hogares. "Estar en un centro ordinario para un niño con un trastorno conductual o una patología mental es perjudicial tanto para él, como para el resto de niños y para los educadores, que, en muchas ocasiones, no están preparados para atenderlos", asegura Larios.
El CRAE de Sant Josep de la Muntanya cuenta con varios hogares y, según los educadores que han trabajado en él, "no hay hogar en el que no haya un niño que requiera de atención especial o que no tenga una conducta agresiva". Este periódico ha tenido acceso al centro y ha podido comprobar que había jóvenes con estos perfiles.
Desde DGAIA aseguran que "todo niño o adolescente tutelado por la Generalitat es atendido por el recurso adecuado a sus necesidades". Aunque los informes del Síndic de Greuges llevan años denunciando estas situaciones y reclamando la creación de un centro terapéutico público para menores con trastornos psiquiátricos. Actualmente solo hay uno en toda Cataluña, Can Rubió, que cuenta con 25 plazas.
El problema de falta de plazas, sin embargo, afecta también a otros niveles asistenciales, lo que provoca un efecto tapón que impide que los afectados pueden recorrer el circuito asistencial adecuado. “Muchas de las plazas de Can Rubió, por ejemplo, están ocupadas por chicos que ya son mayores de edad que están a la espera de una plaza en un centro para adultos o en una fundación que se haga cargo de ellos. Esto, a su vez, impide que menores que están en un CRAE puedan ser atendidos aquí”, afirma Larios.
“No puede ser bueno que un niño pequeño tenga que estar expuesto a las agresiones de otros niños mayores o que tenga que presenciar cómo estos chicos tienen comportamientos inadecuados, como fumar marihuana”, aseguran ex empleados de Sant Josep de la Muntanya.
En Cataluña hay, según los datos del Departamento de Acción Social y Ciudadana, 101 CRAE con un total de 1.834 plazas, frente a las 94 plazas que hay en los tres CREI —dos de ellos privados y uno público—.
“Se necesita un centro terapéutico público que dé cobertura a las necesidades existentes”, denuncian desde el Síndic. “Casi cada año reclamamos y aún no hemos avanzado. Solo conseguimos hace unos años la creación de un CREI para chicas, ya que no había”, informa Larios.
Los extrabajadores de Sant Josep de la Muntanya creen que este no es el único CRAE que incumple la normativa, ya que “el problema de la falta de plazas no es nuevo”. “La dirección del centro hace lo que puede, pero la Administración debería de hacer algo al respecto antes de que tengan que lamentarlo”.
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