Fotoperiodistas rescatados del olvido
Un portal web reivindica el legado de 30 reporteros gráficos que trabajaron en Cataluña entre 1900 y 1930 que han permanecido casi en el anonimato
Cataluña es tierra de grandes fotógrafos. Agustí Centelles, Joan Colom, Català Roca u Oriol Maspons, son solo cuatro ejemplos de estos profesionales que durante décadas han permanecido casi olvidados, pero ahora gozan de reconocimiento. Pero existen pioneros de este oficio, como Gabriel Casas, Josep Maria Sagarra, Josep Badosa, Josep Gaspar y muchos otros, que todavía permanecen casi en el anonimato y sus trabajos en el olvido. Esto puede cambiar pronto.
La organización Observatori de la Vida Quotidiana (OVQ) ha creado, después de cuatro años de investigación, un portal en Internet (reportersgrafics.net) que recoge la biografía y publicaciones de 30 fotoperiodistas que trabajaron en Cataluña entre los años 1900 y 1930. La lista se verá ampliada con otros 120 profesionales que juntos conforman las tres primeras generaciones de reporteros gráficos catalanes.
El historiador Pablo González y el antropólogo Andrés Antebi no imaginaban hace cuatro años la magnitud de su investigación. Comenzaron en 2010 con un humilde proyecto, La Imagen Velada, con el objetivo de dar a conocer la figura y la obra de Gabriel Casas y Galobardes (Barcelona 1892-1973), uno de los principales fotoperiodistas de principio del siglo XX en Cataluña, desconocido por el público general y por muchos profesionales del gremio, pero que destacó por su lenguaje innovador y la experimentación constante con el cartelismo.
Reportersgrafic.net recupera un total de 150 pioneros de la fotografía catalana
Durante el proceso de investigación fueron descubriendo un gran número de archivos, fotografías y publicaciones correspondientes a 150 reporteros gráficos diferentes. El proyecto se fue haciendo cada vez más ambicioso y cuenta en la actualidad, con el apoyo de la periodista Teresa Ferré, cuya investigación está centrada en la figura de Centelles.
El material fotográfico que se presenta en la página web, en la mayoría de los casos inédito, fue, durante las primeras décadas del siglo XX, una de las principales fuentes de información de la vida política, cultural y ciudadana barcelonesa.
“Queremos contribuir a fomentar la promoción y la difusión del patrimonio fotográfico de Cataluña”, explica González.
La investigación tuvo tres fases: Primero, un trabajo de campo en la hemeroteca, en la que consultaron las imágenes publicadas en diarios y revistas por los autores. En segundo lugar, contactaron con las familias, que aseguran que hasta ese momento nadie se había interesado por el trabajo de sus predecesores. Por último, un trabajo basado en la búsqueda de los archivos fotográficos.
Exceptuando casos muy puntuales, la mayoría se trata de vidas y obras veladas, desgarradas por la Guerra Civil y el franquismo: encarcelamientos, exilios, depuraciones, archivos incautados, destruidos o desaparecidos, y la prohibición explícita de seguir ejerciendo el oficio si no se comulgaba con el régimen fascista. Un oficio que, paradójicamente, todos estos fotógrafos aquí rescatados habían contribuido a crear y consolidar con su esfuerzo, sus manos y sus máquinas, tal y como aseguran los impulsores de la investigación.
Actualmente, el proyecto sigue creciendo y esperan poder investigar el trabajo de los 120 reporteros gráficos que han quedado por ahora en un cajón. “Dada la cantidad de material que hemos podido recoger, y el número de líneas de investigación que se han abierto, estamos convencidos que tendrá un largo recorrido”, asegura González.
En la mayoría de casos nadie se había interesado por sus trabajos
Pero este año las subvenciones no llegan. El pasado año contaron, por primera vez, con 14.000 euros a partes iguales de la Generalitat y del Ministerio de Cultura. Sin embargo, las administraciones no han aportado cantidad alguna en este ejercicio. Además, a los promotores de esta iniciativa les sorprende que la promesa del consejero de Cultura Ferran Mascarell de crear un Centro Nacional de Fotografía, para disipar la tormenta que supuso el caso Centelles a finales de 2009, se haya quedado en el olvido.
“A pesar de las graves dificultades económicas para poder desarrollarlo, siempre nos hemos sentido alentados por las familias”, explica González. “En la mayoría de los casos, nadie se había interesado jamás por la vida de sus padres o abuelos. Transitar territorios vírgenes o casi vírgenes no tiene precio”, asegura el historiador.
De momento, preparan un libro y un documental, todavía en elaboración, bajo el nombre de Los tres Reyes Magos. En los dos se retrata la historia de Josep Maria Sagarra, Pau Lluís Torrents y Josep Gaspar, tres de los reporteros gráficos más importantes, que, además, fueron maestros de Centelles. Para los cuatro, la dictadura franquista significó un corte abrupto y doloroso en su vida y en su carrera. Pero a diferencia de Centelles, ninguno de los tres reyes ha sido recuperado durante la Democracia.
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