El Liceo llega a un acuerdo con sus trabajadores

Hasta el 2017 habrá paz laboral en el Liceo. La dirección y el comité de empresa llegaron ayer a un acuerdo durante la vigencia del actual convenio colectivo, hasta 2017. Según informó en un comunicado el coliseo barcelonés, el acuerdo ha sido ratificado por la asamblea de trabajadores, con el apoyo definitivo del 79,2% del personal. El acuerdo refuerza “la viabilidad de la institución y la sostenibilidad laboral, garantizando así la actividad como servicio cultural público que el Liceo representa y como referente artístico internacional”. Hasta 2017, la dirección del Liceo, según el pato alcanzado “no instará medidas extintivas, suspensivas o modificativas de carácter colectivo”.

A cambio, los trabajadores dispondrán de un nivel inferior de ingresos, ya que el acuerdo contempla la “suspensión de una paga extra al año hasta 2017”, si bien está previsto su progresiva devolución con los ingresos ordinarios superiores a los previstos en el Plan Estratégico y de Viabilidad 2014-2017. Una comisión de participación, deliberación y consulta integrada por miembros de la dirección, con representantes laborales y asesores externos, se ocupará de la verificación, revisión del cumplimiento de objetivos previstos y seguimiento de las acciones del teatro. Con el acuerdo alcanzado, según el comunicado, se inicia un plan social para la reducción adicional de los actuales costes estructurales del Liceo, que incluye, entre otras medidas, la posibilidad de que los trabajadores se puedan acoger a excedencias voluntarias incentivadas con reserva del puesto de trabajo, hasta un máximo de cinco años, o reducciones de la jornada laboral, también voluntarias, en un máximo del 50%.

El pacto ha sido posible, tras entender las partes que con el acercamiento de sus posturas servirá “para invertir progresivamente la actual situación de la institución operística”. En julio de 2012 la empresa despidíó a 14 personas de su plantilla, sobre todo músicos. Entre el 1 y el 24 de septiembre de 2013, todos los que quedaron sufrieron un ERE temporal que llevó al cierre del teatro, mientras que a comienzos de este año, la deuda acumulada del Liceo de 16 millones, por el descenso de espectadores, la bajada de subvenciones públicas y en endeudamiento bancario, llevó a la dirección del teatro a despedir a otros 22 trabajadores, la mayoría técnicos y auxiliares.