Del ‘selfie’ a no salir en la foto
CDC decide hoy si Tremosa sigue o no en el grupo liberal con Ciutadans y UPyD
Esta semana ha arrancado en Estrasburgo la nueva legislatura europea, la segunda para el eurodiputado de CiU Ramon Tremosa. Si el nacionalista pasó unos primeros cinco años felices en Bruselas, destacando por su productividad y ganando peso en ALDE, el grupo de liberales, la legislatura que empieza trae malos augurios para Tremosa. Tras una campaña en la que exhibió sintonía con los liberales, incluso luciendo selfiecon su líder, Guy Verhofstadt, en Bruselas ha visto cómo se hace realidad algo que él negó toda la campaña: UPyD y Ciutadans, radicalmente contrarios al proceso independentista, han entrado en el grupo liberal, en el que tienen una posición superior a Tremosa al sumar seis diputados.
Convergència decidirá hoy si el eurodiputado sigue adscrito a las siglas ALDE de los liberales, o las abandona. Tremosa ha iniciado la legislatura buscando protagonismo con una treintena de preguntas parlamentarias pero sin participar en las reuniones del grupo. De momento, su despacho en Estrasburgo está lo más alejado posible de los que ocupan los dos eurodiputados de Ciutadans (Javier Nart y Juan Carlos Girauta) y los cuatro de UPyD.
El eurodiputado no ha participado aún en las reuniones del grupo ALDE
El partido nacionalista tiene varias opciones sobre la mesa: la primera es quedarse en el grupo liberal marcando las distancias con C's y UPyD. Un gesto para no labrarse enemistades en Europa que, sin embargo, dejaría en una posición muy incómoda a Tremosa, en clara inferioridad frente a ambos partidos. La experiencia de compartir grupo con partidos antagónicos no sería nueva en CiU: Unió no tiene ningún reparo en juntarse con el PP en Bruselas.
La otra opción que le queda a Tremosa es buscar acomodo en otros grupos. El número dos de ERC en el Parlamento Europeo, Ernest Maragall, invitó a Tremosa a la Alianza Libre Europea, en coalición con los Verdes. Una opción en la que CDC quedaría junto a otras opciones soberanistas, pero que defienden posiciones económicas antagónicas a las de CiU. Otra alternativa serían los euroescépticos. En medio del tira y afloja con los liberales, Tremosa se jactó de tener una oferta del Partido Conservador del Reino Unido para integrarse en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeas, en plena puja con los liberales para ser tercera fuerza de la Eurocámara. Opción que valoró porque, dijo, acercaba al presidente de la Generalitat, Artur Mas, a la Casa Blanca.
“Nos dijeron: “'mirad, venid con nosotros que somos demócratas y dejamos hacer el referéndum a Escocia, y el presidente Mas tendrá la puerta abierta de Downing Street con [David] Cameron y el contacto directo con Obama a través nuestro'”, dijo Tremosa en Catalunya Ràdio. Lo que obvió el eurodiputado es que la unión con los tories implicaba juntarse con la ultraderecha finlandesa y danesa o el partido antieuro alemán. CDC ha dejado claro que no quiere ni oír hablar de unirse con los euroescépticos
A Tremosa le queda la última opción: incorporarse al grupo de no adscritos, en el que destaca Marine Le Pen, líder del Frente Nacional. La decisión la tomará la dirección de CDC en su reunión de hoy, pero el eurodiputado se inclina por quedarse con la formación de Verhofstadt: sobre la mesa está la oferta para ser el portavoz liberal en la comisión de Economía, una de las que más visibilidad dan en Bruselas, algo que Tremosa, a quien gusta verse en la prensa internacional, valora. Especialmente porque los puestos relevantes ya están repartidos y la fuga le supondría perder influencia.
También se tuvo que tragar el orgullo el nacionalista Marc Guerrero, vicepresidente de la ALDE, que amenazó con abandonar la formación pero se quedó a cambio de la creación de un grupo de trabajo sobre el “derecho a decidir”. Verhofstadt accedió a la vez que firmaba un documento proclamando el respeto a la integridad de los Estados para contentar a UPyD y Ciutadans.
La ambigüedad de Verhofstadt ha sido una constante en toda la campaña, algo que CDC soslayó. Tremosa se sentía feliz con el selfie que se hizo con el líder liberal, o con la palmada en la espalda que le dio el primer ministro holandés a Mas. Gestos, según el eurodiputado, que forman a parte del “lenguaje no verbal de Bruselas” y que, según él, eran un aval al soberanismo.
Pero el lenguaje verbal era menos halagüeño: Verhofstadt se limitó a decir que trataría “de una manera u otra” el asunto catalán. Pese a que insistió en que la consulta es un asunto interno de España, CDC consideró que el autorretrato y el apoyo de la Internacional Liberal (organismo diferente al del grupo del parlamanto europeo) al derecho a decidir inclinaban la balanza a su favor y situaban a ALDE como formación que vetaría el ingreso de partidos que defienden la unidad de España. Nada más lejos de la realidad: los liberales han escogido a UPyD y Ciutadans y Tremosa ha pasado del selfie a no salir en la foto.
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