Volker Schlöndorff apuesta por el futuro del cine europeo
Una retrospectiva del director alemán, la Primera Guerra Mundial y Billy Wilder copan la Filmoteca de Cataluña en verano
El director de cine alemán Volker Schlöndorff explica que El tambor de Hojalata (1979), la adaptación de la novela de Günter Grass que le hizo ganar simultáneamente la Palma de Oro de Cannes y un Oscar y le consagró internacionalmente, no le convencía. “No es que no la quisiera hacer pero me costó empezarla porque literariamente me parecían fantasías locas del autor, difíciles de transformar en una película”, apuntaba ayer en una de las salas de la Filmoteca de Cataluña. Esas “fantasías” eran la resistencia de un niño a crecer y desde su aparente permanente niñez narraba la ascensión del nazismo. Una historia que interpretó Heinz Bennent “que tuvo esa rara capacidad de parecer un niño grande”, recordaba Schlöndorff para quien esa película le hizo revivir la memoria de su propia infancia en Alemania, donde nació en 1939.
Desde este martes y hasta el 22 de julio, la Filmoteca de Cataluña ofrece una retrospectiva de la carrera cinematográfica de Schlöndorff, considerado uno de los padres del nuevo cine alemán, que incluye nueve films.
El tambor de Hojalata será una de las películas que se exhibirá junto con una singular Baal (1970) - la primera obra dramática de Bertolt Brecht- que no pudo ser vista durante 33 años porque la viuda de Brecht estaba en completo desacuerdo con la adaptación y tenía los derechos de autor.
Schlöndorff introducirá en una sesión abierta en la Filmoteca los dos ciclos de verano: De barro y de sangre: 1914-1918 -que reúne 41 títulos sobre la Primera Guerra Mundial- y Billy Wilder y su mundo que se podrán ver hasta el 31 de agosto. También se exhibirá el documental Cómo lo hiciste, Billy Wilder (1992), una larga entrevista que le hizo Schlöndorff al cineasta estadounidense -de origen austríaco que huyó del nazismo – y autor de películas tan famosas como El Apartamento y Some like it hot –en España Con faldas y a lo loco- y en buena parte responsable de los fenómenos cinematográficos de Marylin Monroe y Audrey Hepburn.
Schlöndorff se mostró optimista sobre la situación del cine europeo actual: “yo vivo del pasado y he tenido la suerte de vivir la edad de oro del cine en Europa. De todas formas, estoy convencido de que todavía es posible conectar con el público, de contar historias que tengan resonancia y creo que eso también se puede conseguir en el contexto actual de Europa”. El director alemán reconoció que le sorprendió el éxito de público en Francia -500.000 espectadores- de Diplomacy, su última película que se estrenará en octubre en España y que tiene como trasfondo la liberación de París en la Segunda Guerra Mundial. Schlöndorff aseguró que no tiene ninguna intención de tirar la toalla: “seguiré con mi carrera paso a paso”. Con intención de desdramatizar respecto al momento actual de crisis de la producción cinematográfica, el director alemán fue tajante: “Nosotros -los directores- hacemos películas, igual que los dentistas sacan dientes. ¿Por qué parar? Es nuestro trabajo, es nuestra vida, no hace falta ponerse dramático”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.