31.000 estudiantes catalanes inician las pruebas de Selectividad

Caras de alivio, de satisfacción y alguna cara larga han recorrido durante todo el día los pasillos de las universidades catalanas. Unos 31.000 estudiantes han finalizado el primero de los tres días de Selectividad. Este miércoles ha sido el turno de las lenguas catalana y castellana. Le ha seguido la prueba de diseño, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales o ciencias de la tierra. Por la tarde será el turno de la literatura catalana o el dibujo técnico.

“Fatal, me ha ido fatal”, repetía como un mantra Marta, precisamente a la salida del examen de dibujo técnico. “Había unos ejercicios sobre exonometría y las opciones eran muy complicadas”, admitía esta estudiante que desea estudiar Economía o Arquitectura, aunque todavía no ha tramitado la preinscripción universitaria. En cambio, el examen más fácil que ha hecho es el de lengua castellana. En esto coincide su compañera Elisabet, ambas de la escuela La Llauna, de Badalona. Para esta alumna, lo más difícil ha sido la prueba de catalán. “Había un ejercicio de expresión escrita con algo de estilos directos e indirectos que no he entendido muy bien. Lo he hecho por intuición pero no estoy segura”.

La jornada ha empezado con el examen de lengua castellana, que incluía textos de la novela La casa de los espíritus de Isabel Allende y del clásico de Fernando de Rojas La Celestina. En cambio, en catalán los textos de referencia han sido Molta roba i poc sabó… i tan neta que la volen de Montserrat Roig i un ensayo de Albert Masó titulado Per què no orinen els ocells?

En esta convocatoria por primera 703 alumnos se someterán a la Prueba de Aptitud Personal (PAP), un trámite imprescindible para aquellos alumnos de la FP y de Bachillerato de cursos anteriores que deseen cursar el doble grado en Educación infantil y Primaria. El PAP consiste en preguntas sobre las dos lenguas y literaturas cooficiales.

Las PAU, que se realizarán por última vez en 2016, se dividen en dos fases. La fase general, que es obligatoria, consta de cinco exámenes, las dos lenguas cooficiales, la lengua extranjera, la Historia o Historia de la Filosofía y una materia de modalidad. En esta parte los alumnos pueden obtener hasta 10 puntos. De forma complementaria está la fase específica, pensada para aquellos estudiantes que quieran subir nota —hasta un máximo de 14 puntos— porque aspiran a carreras con notas de acceso muy elevadas.

Más controles

Este año se han reforzado los sistemas de revisión de las pruebas para evitar los errores del año pasado. Entonces, se detectó un error en uno de los enunciados de Matemáticas que sembró el caos en muchos tribunales, ya que en algunas aulas no se avisó del error, mientras en otros se dio más tiempo para rehacer la prueba. La polémica generada llevó a la Generalitat a repetir este examen. Pero además de este fallo, también hubo varios exámenes con faltas de ortografía. La Secretaría de Universidades elaboró un informe en que resolvió que se había producido "un error humano", combinado con el fallo de toda la cadena de corrección y revisión de las pruebas.

Claudi Alsina, secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña, explica que se han reforzado los filtros de revisión del Institut d’Estudis Catalans (que se encarga de la corrección ortográfica y de maquetación). A parte del profesor responsable de la materia que ha redactado el examen y del equipo de correctores del IEC, se ha añadido una tercera persona que le dará un último vistazo. También se ha creado la figura del responsable de área (ciencias, Humanidades….) que coordinará a diferentes responsables de materias (Biología, Lengua Catalana). Además también se ha mejorado la comunicación entre la sala de control de la Selectividad con los 153 presidentes de tribunales para que las órdenes que se den en caso de incidencia sean homogéneas. “Hemos trabado bien las secuencia desde que el coordinador de materia redacta el examen hasta que este llega a las aulas”, tercia Alsina.