_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Valquiria’ con voces

El mayor rédito del montaje del Liceo es poder escuchar a las mejores voces wagnerianas actuales

Haber podido escuchar inmensas voces wagnerianas, algunas de las mejores del mundo actualmente, será el mayor rédito que dejarán las funciones de Die Walküre (La Valquiria) en el Liceo.

Se hace difícil establecer grados y clasificaciones. Vayamos por géneros. Los tres papeles femeninos estuvieron defendidos por tres cantantes impresionantes: Anja Kampe dio una hermosísima dimensión calida y lírica a su Sieglinde, Iréne Theorin confirió poder a Brünnhilde pero también intensa expresividad en su escena final, Mihoko Fujimura bordó el muy ingrato papel de Fricka, una especie de insoportable Boletín Oficial del Estado en forma de señora.

Los tres papeles masculinos también recibieron interpretaciones soberbias, Eric Halfvarson estuvo rotundo, áspero, agresivo en el airado papel de Hunding, Albert Dohmen supo dar vocalmente con el lado autoritario de Wotan pero también supo dar voz al Wotan doliente. En la escena final, fatigado tras más de cuatro horas y media de ópera, aún encontró fuerzas para invocar con poder el fuego que rodeará a su hija durmiente.

Klaus Florian Vogt quizá no tenga voz de tenor heroico, quizá quedaría mejor en títulos wagnerianos mas ligeros, pero su voz lírica, clara, dio a Siegmund una ternura, una calidez y una humanidad arrebatadoras, por ello, el conocido Winterstürme wichen dem Wonnemond fue lo que le quedó mejor.

La orquesta empezó insegura e irregular, se afianzó y acabó globalmente bien pero con estropicios puntuales importantes que empañaban el resultado. Josep Pons volvió a proponer un Wagner que se pudiera cantar sin tener que gritar y muy a menudo lo logró, le falló algo la concertación entre voces y orquesta, especialmente al principio y, en ocasiones, unos tempi más airosos habrían fluidificado el discurso. No merecía el abucheo que un sector pequeño pero ruidoso le dedicó al final.

La producción, dirigida escénicamente por Robert Carsen, sigue, con altibajos, la buena línea iniciada con Das Rheingolg, el año pasado. La dramaturgia apunta hacia el lado correcto, Die Walküre como expresión de los efectos destructivos de la ambición de poder. En pocas ocasiones Wotan ha quedado tan claramente descrito como un líder político atrapado en sus propios, torpes pactos.

La dirección de actores es de primera calidad, el dúo entre Wotan y Fricka en el segundo acto, que siempre queda plúmbeo pues no es más que una vulgar y tediosa bronca conyugal en un matrimonio burgués pero traspasada al Olimpo, en esta ocasión quedó muy bien. La resolución escénica de algunas escenas, la irrupción de Wotan, por ejemplo, en el combate entre Siegmund y Hunding fue brillante. En el otro extremo, la aparición del fuego mágico al final o la conquista de la espada por parte de Siegmund (que ni la desclavó pues por problemas “del directo” se le fue al suelo junto con la lona que la cubría) quedaron sin gracia ni fuerza escénica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_