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Euskadi ha ejecutado el 63% de los fondos europeos recibidos desde 2007

La UE asignó ayudas estructurales por 866,5 millones para el último septenio

Mikel Ormazabal
La zona de Galindo en Barakaldo en 2009, rehabilitada con fondos de la UE
La zona de Galindo en Barakaldo en 2009, rehabilitada con fondos de la UESANTOS CIRILO

Euskadi ha ejecutado el 63,6% de los fondos europeos que la UE le asignó para el septenio 2007-2013. Para este periodo, las ayudas estructurales europeas totalizaban 866,5 millones de euros. A 31 de octubre del año pasado, último recuento realizado por el comité de seguimiento, la Comunidad Autónoma del País Vasco había culminado proyectos por 309,8 millones de euros, algo más de la tercera parte. La cifra ejecutada corresponde exclusivamente a los programas que se encontraban completamente culminados en esa fecha. No están computados otros muchos que estaban en pleno desarrollo y, por lo tanto, sin liquidar, ni se incluyen las ayudas a la investigación, entre las mejor dotadas.

Las dos principales fuentes económicas provenientes de las instancias comunitarias corresponden al Programa Marco de Investigación, para el que se reservaron 379,9 millones, y el Fondo de Desarrollo Regional (FEDER), con 269,8 millones. Del primero no se ha realizado aún una evaluación sobre su grado de cumplimiento, mientras que del FEDER ya se han consumido 166,7 millones (el 61,7%). El resto de fondos estructurales recibidos por el País Vasco —no ha recibido ninguna aportación de los fondos de cohesión— se completa con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), del que se consignaron 85,1 millones; el Fondo Europeo Social (FSE), con 61,1 millones; el Fondo de Pesca, con 56,4 millones, y el programa LIFE de medio ambiente, con 14,2 millones. En estos últimos el grado de cumplimiento ronda el 50%.

Pero la incidencia de la política comunitaria en Euskadi trasciende de las cifras económicas, según los tres diputados vascos que han trabajado los últimos cinco años en la Eurocámara y que aspiran a conservar su escaño en Estrasburgo: Izaskun Bilbao (PNV), Eider Gardiazabal (PSE-EE) y Carlos Iturgaiz (PP). Los acuerdos sobre la política pesquera común, la defensa del Concierto Económico vasco, el acaso de las ayudas fiscales (tax lease) al sector naval, el impulso del transporte ferroviario por el eje atlántico o la financiación a las pymes a través de avales del Banco Europeo de Inversiones (BEI) son algunos de los asuntos más relevantes que se han discutido durante la pasada legislatura en el Parlamento Europeo.

396 millones hasta 2020

Euskadi recibirá 396,2 milones de euros de los fondos estructurales durante el periodo 2014-2020, en virtud del reparto regional que ha realizado el Gobierno central de los recursos procedentes de la UE. La nueva política de cohesión acordada por las autoridades comunitarias establecen ayudas a los Estados con el fin de cumplir los objetivos de la Estrategia Europa 2020.
De los 396,2 millones que percibirá Euskadi, dos terceras partes (257,5 millones) deberán destinarse a inversiones cofinanciadas por las administraciones públicas vascas, según el cálculo realizado por el Departamento vasco de Hacienda. De esta cantidad, 71 millones procederán con cargo alFondo Europeo Social y otros 186,4 milones del FEDER. El 35% restante (138,7 millones) será gestionado a través del Ejecutivo español.
Según la distribución institucional vasca, el Gobierno vasco arbitrará el destino de 130,6 millones del FEDER, mientras que las diputaciones dispondrán de un gasto en conjunto de 55,8 millones (el 50,75% será para Bizkaia, el 33,02% para Gipuzkoa y un 16,23% para Álava). Esto hace que el programa marco de la UE de Desarrollo Regional permitirá programar durante los próximo siete años inversiones 373 milones, la mitad financiados por la UE.

Respecto a la pesca, Bilbao considera que la nueva política pesquera “va a estar más regionalizada” y “favorecerá la proximidad y la transparencia”. Además, sostiene la eurodiputada nacionalista, los fondos pesqueros “beneficiarán a la pesca artesanal y a pequeña escala, lo que será básico para el sector de bajura de Euskadi, que necesita medidas para poner en valor la calidad de sus productos”. Gardiazabal destaca el papel realizado por el Grupo Socialista durante la tramitación legislativa de la política pesquera, de la que destaca lo siguiente: “Fomenta la creación de empleo en el sector y restringe el acceso a los recursos marinos situados dentro de las 12 millas náuticas. Traerá beneficios sociales, económicos y medioambientales”.

Respecto a la Y vasca ferroviaria, Bilbao recuerda que el Parlamento aprobó en diciembre pasado el reglamento sobre las orientaciones generales del transporte en Europa, que ratifica el AVE vasco como “un proyecto europeo estratégico”. Gardiazabal resalta, además, el compromiso de la Comisión de garantizar financiación para continuar con su ejecución, “aunque tenemos que pelear para aumentar la dotación económica”. Para Iturgaiz también son relevantes las iniciativas que desde Estrasburgo y Bruselas se han impulsado para calificar este proyecto ferroviario como “primordial”.

El Concierto Económico ha estado muy presente en la pasada legislatura, aunque “su defensa continuará los próximos años”, apunta el eurodiputado popular. Bilbao pone el acento en el acuerdo adoptado por el pleno de Estrasburgo en octubre de 2013, que “dio un espaldarazo a sistemas de federalismo fiscal, como el Concierto vasco y el navarro”. A su juicio, es “muy importante” que la Comisión “acepte la solidez de un modelo fiscal que delega la recaudación de los ingresos y la responsabilidad del gasto en las autoridades subestatales”.

La socialista Gardiazabal se enorgullece de haber participado en el logro de una aportación de capital de 14.500 millones de financiación pública a través del BEI para las pymes, o del “éxito negociador” que ha permitido “aumentar en un 40% el fondo destinado a Erasmus”.

¿Y de la cuestión nacional vasca? Bilbao recuerda que “no hay ningún precepto legal que diga que el nuevo estado, vasco catalán, flamenco o escocés, cuyos ciudadanos son europeos, no sería miembro de la UE [en caso de secesionarse] y tendría que pedir su ingreso en ella”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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