Una escultura en el Parque de la Ciutadella pondrá fin al Tricentenari
El monumento se inaugurará el 20 de diciembre junto al Portal de Sant Daniel, una de las zonas más castigadas en 1714, que el Ayuntamiento 'musealizará'
Tras la jornada inaugural celebrada en Lleida el pasado enero y la Diada que se vivirá intensamente en toda Cataluña el 11 de septiembre, los actos del Tricentenari continuarán hasta finales de diciembre. En concreto hasta el día 20 cuando se pondrá punto y final a la conmemoración de los 300 años de la derrota catalana ante las tropas francesas de Felipe V. Será la despedida, pero la fiesta de clausura está llamada a ser uno de los momentos institucionales culminantes en los que se sintetice esta larga conmemoración. Por eso, todos los implicados, sobre todo la Generalitat, guardan silencio y no quieren desvelar detalles de la celebración ni el lugar donde se realizará. Según ha podido saber EL PAÍS será en el Parque de la Ciutadella, una zona de la ciudad cargada de simbolismo y con una historia íntimamente ligada a los hechos de 1714. En concreto en un lugar cercano al portal medieval de Sant Daniel y del baluarte de Santa Clara, construido a finales del siglo XVII, unos restos que salieron a la superficie entre el actual paseo de los Til·lers y el lago del parque, en los trabajos de excavación realizados entre los años 2005 y 2006 y que, tras ser estudiados, se decidió volver a sepultar hasta encontrar la oportunidad de musealizarlos y mostrarlos al público.
Y no hay mejor momento que el actual. El Ayuntamiento de Barcelona tiene sobre la mesa el proyecto de recuperar esta zona de unos 600 metros cuadrados de extensión de la Barcelona del 1714, uno de los escenarios bélicos más cruentos del asedio que sufrió la ciudad durante la Guerra de Sucesión. Fuentes municipales reconocen que existe el proyecto de recuperación del conjunto, aunque matizan que no tienen presupuesto ni plazo asignados para realizar los trabajos.
“La clausura del Tricentenari pretende sintetizar icónicamente sus objetivos: conmemorar, cohesionar, reimaginar y proyectar la cultura y el sentimiento de un pueblo. La inauguración de una escultura supondrá un recuerdo simbólico que se añadirá a nuestro imaginario visual y que fije en la memoria colectiva nuestra vitalidad”. Es lo que se asegura en la lacónica y breve nota en la que se desgranan los actos del programa que presentó la Generalitat. Magma Cultura, la empresa que planifica, coordina y dirige la oficina técnica de la conmemoración del 1714, asegura que no puede proporcionar información alguna sobre sus clientes, por lo que no aporta dato alguno. El caso es que, a día de hoy, son tres los artistas catalanes de proyección internacional que han presentado su proyecto para realizar la escultura a la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona y están a la espera de conocer si son los elegidos para llevarla a cabo.
El portal de Sant Daniel forma parte del recinto amurallado medieval de Barcelona, justo en el cambio de dirección que permitía incluir el convento de Santa Clara en el interior del recinto protegido. En época moderna la zona siguió siendo una de las más activas para entrar y salir de la ciudad. Por eso, fue protegida alrededor de 1697, mediante la construcción del baluarte de Santa Clara, uno de los más grandes de la ciudad.
Tres artistas catalanes de prestigio internacional han presentado su proyecto y esperan veredicto
Este escenario tuvo un papel muy importante en el marco de la Guerra de Sucesión; sobre todo al final del conflicto cuando la ciudad de Barcelona sufrió un asedio durante trece meses. Sabemos muchos de los detalles gracias a la crónica de Francesc de Castellví y las notas de los oficiales borbónicos: Los atacantes consiguieron abrir una gran brecha, la “brecha real”, en el tramo comprendido entre el Portal Nou hasta Santa Clara. Durante los días 12, 13 y 14 de agosto las tropas borbónicas llevaron a cabo un asalto masivo a todo este sector de la muralla. Tras el primer intento, en la noche del 13 y 14 los borbónicos lo volvieron a intentar. El resultado fueron centenares de bajas en los dos bandos, sin conseguir tomar el baluarte. Después de este revés el jefe de las tropas atacantes, el mariscal James Fitz-James, I duque de Berwick, decidió esperar un momento más propicio para intentar el asalto final. Fue el conocido 11 de septiembre de 1714.
Tras la toma de la ciudad estas construcciones se derrumbaron y quedaron bajo uno de los cinco baluartes de la ciudadela borbónica que allí se construyó a partir de 1716, por lo que parecía que habían desaparecido bajo los cimientos para siempre de la ciudad. En la excavación se localizaron gran cantidad de material bélico: 61 balas de cañón de diversas medidas, granadas de mano y balas de fusil, aparte de poder ver el impacto de estos proyectiles en la muralla, que dan idea de la intensidad del combate de hace 300 años en esta zona.
Junto con los restos del Born, convertidos en centro de peregrinaje del nacionalismo catalán, los responsables del Tricentenari tienen claro que el baluarte de Santa Clara y el Portal de Sant Daniel son lugares idóneos para mostrar los efectos del asedio que sufrieron los barceloneses de entonces y este periodo de pérdidas de libertades.
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