Unas excavaciones dejan al descubierto el portal medieval de Sant Daniel

Las obras de mejora que desde el pasado mes de octubre se estaban llevando a cabo en el parque de la Ciutadella de Barcelona dejaron al descubierto hace un par de días unos restos arquitectónicos que ayer se identificaron como la puerta de Sant Daniel, una de las entradas de la muralla medieval que ceñía la ciudad. La puerta, que fue construida entre los siglos XIII y XIV, se destruyó tras el sitio de 1714, cuando Felipe V mandó construir donde está el actual parque una fortaleza para defender la ciudad.

Como destacó ayer el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, el hallazgo tiene una notable importancia desde el punto de vista científico e histórico, ya que permite conocer nuevos detalles sobre la antigua puerta y porque en dicho punto se partió la muralla en 1714 y se construyó la fortaleza de la Ciutadella. Los primeros indicios del hallazgo aparecieron hace dos días, cuando se realizaban unas obras de mejora en el parque.

Como es habitual siempre que se excava en lugares donde la probabilidad de encontrar restos arqueológicos es alta, primero se efectuaron unas catas y a medio metro de la superficie se encontraron los primeros indicios del hallazgo. Hasta ahora se desconocía el lugar exacto en el que se encontraba el portal, que estaba situado en el tramo de muralla que rodeaba el antiguo convento de Santa Clara y daba acceso a la zona marítima de la ciudad. Es decir, entre el actual paseo de los Til.lers y el lago del parque.

La excavación que ha dejado al descubierto los restos arqueológicos del portal de Sant Daniel permite ver un tramo de cinco metros de la base de la antigua muralla. Mascarell indicó: "Si se excavara un metro y medio más, se encontraría el suelo que pisaron los barceloneses de hace 400 años".

Los restos se encuentran en buen estado de conservación. Permiten ver el paso central con los encajes por donde se deslizaban las puertas de cancela, o rejas de hierro o madera, que se abrían verticalmente, y también se ha podido documentar lo que podrían ser los accesos a las estancias del cuerpo de guardia, de época más tardía. Además, en el exterior se conserva buena parte de las dos torres de planta poligonal que protegían el paso de entrada a la ciudad.

Según informó ayer el Instituto de Cultura, está previsto que los trabajos de búsqueda continúen para evaluar el conjunto patrimonial localizado.

El Museo de Historia de la Ciudad emitió una nota en la que informa de que no se conoce exactamente la cronología de construcción de esa parte de la muralla, porque la documentación de la que se dispone es ambigua. A pesar de eso, lo más probable es que date de 1295, año en el que se levantó el Portal Nou, situado a la altura del Arc de Triomf. El hallazgo constata que la fortaleza que se construyó sobre el portal, el convento de Santa Clara y buena parte del barrio de la Ribera preservaron buena parte de las estructuras de la fase anterior.