Foronda encarece los vuelos de pasajeros con tasas diez veces mayores

Si la manera de lograr restablecer el horario de 24 horas en el aeropuerto vitoriano de Foronda es justificando que existe una demanda de vuelos de pasajeros, el encarecimiento de las tasas de aterrizaje hasta diez veces, no parece ser el mejor argumento para conseguirlo. Los dos primeros vuelos chárter de pasajeros que han despegado del aeródromo alavés en lo que va de año, ambos en abril, y con destinos a Bruselas y Lanzarote han tenido que pagar entre dos y cinco veces más de lo que les hubiera costado con el aeródromo abierto y de lo que hubieran tenido que pagar en caso de operar desde Bilbao o desde Pamplona, por poner los dos campos más cercanos. Bueno, en realidad quienes han tenido que pagar el sobrecoste son los pasajeros que iban a bordo.

La compañía Privilege, que operó el chárter a Arrecife, Lanzarote, —pagó 6.800 euros por operar en Vitoria frente a los 3.800 que presupuestó inicialmente el aeropuerto de Vitoria— llegó a solicitar, por correo electrónico a la directora del aeropuerto, Begoña Llarena, que garantizara la presencia de la Guardia Civil en las instalaciones aeroportuarias, el día del embarque, por si alguno de los pasajeros, montaba en cólera al enterarse que además del precio ya pagado por el vuelo, tenían que entregar a la compañía otros 20 ó 25 euros si querían embarcar. El vuelo a Bruselas, de una hipotética factura en horario operativo de 1.563 euros, IVA incluido, acabó pagando 5.093 por volar fuera.

El portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria, Antxon Belakortu, emplazó ayer al concejal de promoción económica, Miguel Garnica, a enmendar “la mayor de las agresiones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de su mismo partido, contra Álava y los alaveses”. Los vuelos de pasajeros —también los de carga pero a estos no se les aplica la sobretasa— pagan por aterrizar, por usar el control aéreo y por otros conceptos como seguridad o aparcamiento, además del uso de infraestructura. Las tasas que crecen de manera desmesurada son las de aterrizaje y la de tránsito de aeródromo. La de aterrizaje en horario operativo es de 2,86 euros por tonelada, mientras que durante el día, con el aeródromo cerrado, se paga a 31,38 euros, mientras que en Bilbao el coste es de seis euros.

Es la mayor de las agresiones a los alaveses"

El avión de Bruselas pagó sólo por la tasa de aterrizaje 2.479 euros, cuando su precio en horario operativo hubiera sido de 226,5. El servicio de tránsito le costó 340 euros cuando en horario normal hubiera sido de 166. “Esto es un atraco a mano armada”, sentenció Belakortu, “sobre todo porque los alaveses están pagando tres veces. Primero con los terrenos, después con los impuestos para construir el aeropuerto y financiar las ampliaciones, y encima ahora con unos billetes más caros”, criticó con dureza. El concejal del PP, Miguel Garnica no pudo rebatir que las operaciones desde Vitoria no son competitivas, ni que los precios hayan sido hinchados, pese a que desde 2013 Aena ya no está en números rojos.

Ese año ganó 715 millones frente a los 69 que perdió en 2012. “Vitoria tiene unas pérdidas de diez millones” respondió el concejal quien insistió en que la búsqueda de vuelos responde a la estrategia de convertir a Foronda en un referente en vuelos chárter, de larga distancia e intercontinentales. “Zaragoza ha crecido más en carga con el horario sin restricciones”, espetó Belakortu a Garnica. Frente al crecimiento de Foronda de la carga transportada del 22%, Zaragoza creció en el mismo periodo el 27%. La reactivación económica, sobre todo de las exportaciones, está haciendo que se recuperen algunos de los parámetros de transporte de mercancías que se habían hundido, aunque ese crecimiento no tenga nada que ver con unos hipotéticos nuevos servicios que pudiera estar ofertando el aeródromo alavés.

Todo lo contrario, el de Vitoria tiene doce horas de restricciones, y pese a todo crece. El principal problema son los pasajeros. Fuentes del sector sostienen que encarecer las tasas a los vuelos de pasajeros sólo tendrá futuro mientras las instituciones hagan presión y ofrezcan otros alicientes para utilizar la pista Vitoria, pero “ninguna compañía estudiará establecerse en Vitoria. El caso extremo sería un jumbo (440 toneladas). En horario operativo pagaría 1.258 euros, fuera 13.807.