Russafa, barrio de moda “nocturna” de Valencia
Un barrio no se rehabilita únicamente con remodelar calles y dar licencias de bares.
Tradicionalmente Russafa de Valencia ha sido un barrio popular con una fuerte actividad diaria del pequeño comercio en torno a su mercado. En los últimos tiempos el gobierno municipal emprendió una remodelación urbanística peatonalizando calles y ampliando aceras, que muchos pensábamos sería para bien. Según se nos anunció a bombo y platillo (todavía quedan pancartas anunciando la transformación del barrio) el objetivo era mejorar la calidad de vida de los ciudadanos aumentando el espacio peatonal para conseguir un barrio más amable reduciendo el ruido y la contaminación. Pero la transformación urbanística también ha traído la proliferación descontrolada de bares, restaurantes y terrazas, muchos de ellos desgraciadamente de ocio nocturno con horarios de cierre de madrugada y que en algunas ocasiones, no todas, alargan los horarios provocando molestias a los vecinos. Quizás se les olvidaba a los responsables de urbanismo de esta ciudad que la contaminación acústica nocturna es una forma bastante nociva de contaminación que menoscaba un derecho fundamental de los ciudadanos, como es el derecho al descanso. Siempre se nos da el argumento de que hay que potenciar a los emprendedores en tiempos de crisis. Pero la proliferación descontrolada de una única actividad no es buena para las otras actividades propias del barrio que van desapareciendo poco a poco, ni para los vecinos, ni tan siquiera para los propios hosteleros. Y probablemente cada local que se abre en el barrio implica el cierre de otro en otra zona menos “de moda”.
Un barrio no se rehabilita únicamente con remodelar calles y dar licencias de bares. Los barrios necesitan además escuelas, parques, centros de salud, y sobre todo vecinos con una buena calidad de vida. Me pregunto si el ayuntamiento se planteó alguna vez cuáles eran las demandas y necesidades de los vecinos. De lo que estoy seguro es que los vecinos de Russafa no quieren un barrio desvirtuado en el que los únicos negocios estén relacionados con el ocio nocturno. En Russafa vive gente joven, pero también otra no tan joven, y otra demasiado joven para pasarse todas las noches de juerga hasta altas horas de la madrugada. En Russafa también hay gente que opta por otros estilos de vida. En mi opinión, las cosas se han hecho muy mal desde el ayuntamiento de la ciudad, primero remodelación urbanística y luego regulación. ¿No era más que esperable lo que iba a pasar?; ¿Por qué no se reguló primero y luego se procedió a remodelar el barrio? Con este tipo de actuaciones perdemos todos, los vecinos del barrio en primer lugar, y a largo plazo los hosteleros. Recientemente, por fin, desde el ayuntamiento se ha anunciado que habrá regulación de la actividad de nuevos locales de hostelería imponiendo limitaciones de distancias mínimas para la apertura de nuevos negocios. Me consta que las asociaciones de vecinos e incluso los hosteleros han venido reclamando esta regulación desde hace tiempo. Pero como siempre las cosas de palacio, perdón del Ayuntamiento de Valencia, van excesivamente despacio y para muchas calles del barrio la regulación llegará demasiado tarde. El derecho al descanso debe respetarse y los primeros interesados en que se respete este derecho deben ser los propios hosteleros. Desgraciadamente, no creo que se esté respetando este derecho actualmente. Si la remodelación del barrio implica no dejarme dormir por las noches, sinceramente hubiese preferido quedarme como estaba. Esperemos que esta vez, el ayuntamiento cumpla con lo dicho y que la normativa reguladora se apruebe cuanto antes. Al menos algunos podrán salvarse de la quema.
Roc Ros es catedrático de Biología Vegetal de la Universitat de València y vecino del barrio valenciano de Russafa
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