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El patrón mayor de Noia y su mujer acaparan permisos de marisqueo

Cruz revalorizó uno de sus barcos al autorizar la cofradía su cambio de puerto

Sede de la cofradía de Noia.
Sede de la cofradía de Noia.OSCAR CORRAL

Los imprescindibles permisos para mariscar se dan con cuentagotas y son enormemente cotizados. Y más en la ría de Noia, una de las mayores despensas de berberecho, almeja y otros moluscos de Galicia. El precio de una embarcación con puerto base en esa cofradía que incluya en su permiso de explotación (permex) el de la modalidad de marisqueo se eleva, de media, a unos 60.000 euros. Es el doble o incluso el triple de lo que piden por un barco de otra ría de las mismas características y autorizaciones. Y el alquiler de una embarcación que pueda faenar en Noia también está por las nubes: no baja de 6.000 euros por campaña marisquera.

Toda una cotización al alza que ha disparado operaciones especulativas y concentraciones sospechosas a semejanza de las maniobras que se dan en el mercado inmobiliario. Seis de los 13 armadores afortunados que en febrero pasado lograron de la Consellería do Mar un permiso de marisqueo a flote en Noia ya eran dueños de como mínimo otra embarcación en uso con esa preciada autorización. El patrón mayor de la Cofradía, Santiago Cruz Martínez, y su esposa, María Dolores Martínez Pais, acaparan la propiedad de cuatro barcos con todos los permisos en reglas para extraer marisco en la ría de Noia, de acuerdo con las escrituras del Registro Marítimo a los que tuvo acceso este diario.

La Pituxa, una de las cuatro embarcaciones en posesión del matrimonio, casado en régimen de gananciales según consta en el registro pesquero, es originaria de Pobra do Caramiñal, en la ría de Arousa. Allí estuvo cedido su uso hasta marzo de 2012. Un barco similar y con permex de marisqueo en esa ría vale unos 15.000 euros, según los precios de compraventa de segunda mano que proliferan en Internet. Pero el valor de la nave propiedad de la mujer del patrón mayor se multiplicó hasta por cuatro al cambiarse para la Cofradía de Noia y conseguir en febrero pasado uno de los 13 nuevos permisos de marisqueo a flote concedidos por la Xunta. Para cambiar de puerto base un barco y poder optar a la convocatoria lanzada por Mar para ampliar la flota autorizada a faenar en la ría noiesa, basta con pedirlo a la cofradía. Su visto bueno es imprescindible.

El patrón mayor no sólo autorizó la integración en la cofradía que preside desde hace 12 años al barco de su mujer, sino también al de otros cinco armadores que, también desde febrero, cuentan con dos o más lanchas de marisqueo a flote. Al igual que Dolores Martínez, revalorizaron y mucho sus naves al cambiarse de puerto y conseguir permiso para la ría noiesa. Cruz Martínez también tienen faenando en esas aguas el Aljor y el Marisol, ambos alquilados a terceros, lo que también representa una nada desdeñable renta, así como la Caramuxa.

Tener una embarcación con puerto base en Noia, medios mecánicos de propulsión y un permiso de explotación de artes menores en vigor son requisitos imprescindibles para optar a la tan preciada autorización en la modalidad de marisqueo con vara —a flote—. La Consellería do Mar autorizó ampliar este año en 16 la flota de la cofradía noiesa, una de la más numerosas de Galicia al sumar 428 mariscadores a pie y 527 embarcaciones con 1.079 tripulantes. Pero sólo concedió 13 ya que los demás aspirantes no cumplían todos los requisitos. Quedan pendientes tres nuevos permex de marisqueo, cuya campaña en Noia acaba de finalizar.

El cabreo es cada vez mayor entre los mariscadores por unas prácticas que tachan de especulativas, discriminatorias y desleales, cuando son muchos los que ansían conseguir autorización para faenar en una ría que representa la única industria de la localidad. Casi un 10% de su población se dedica al marisqueo. Desde Nova Alternativa, un grupo de profesionales del mar opositor al actual cabildo de la cofradía, se interrogan sobre el papel de la consellería para permitir que unos pocos acumulen tantos permisos. E incluso cuatro como el patrón mayor y su mujer. “No cuestionamos que un armador tenga varias embarcaciones, pero sí que las traigan de fuera, a bajo precio, y luego obtengan, duplicando su valor, el permiso para faenar aquí”, explica Santiago Blanco, portavoz de ese grupo. El diputado de AGE Juan Manuel Fajardo interpelará en el Parlamento en junio a la Consellería do Mar.

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Básculas bajo secreto sumarial

P. O.

Hace tiempo que hay rebumbio interno en la cofradía coruñesa de Noia. Y esta última campaña marisquera de seis meses —finalizó el pasado 31 de marzo— resultó de lo más accidentada. No solo porque razones naturales como la toxina obligaron a cerrar la ría cuando acaba de abrirse este otoño el marisqueo o por el hecho de que las riadas matasen berberechos y almejas por exceso de agua dulce. Bajo secreto sumarial está la investigación abierta por el Juzgado de Noia sobre el pesaje del marisco en las dos lonjas del pósito noiés, el de Testal y el de O Freixo.

Y para comprobar el rigor de sus básculas aparecieron por sorpresa a principios de marzo agentes de la policía autonómica y técnicos que dedicaron la mañana a repesar los moluscos y otros bivalvos destinados a la comercialización. Una manipulación en el pesaje no solo permitiría saltarse los topes de capturas que tienen impuestos los profesionales, sino también facturar en b miles de kilos.

Está aún por ver los resultados de la operación policial. Pero por el momento la actuación generó muchas críticas entre los mariscadores por cómo se realizó, así como por las técnicas poco corrientes de los agentes para pesar el marisco “sin escurrirlo antes de agua”. El patrón mayor del pósito de Noia, Santiago Cruz, atribuye a sus opositores la denuncia bajo secreto sumarial sobre un supuesto fraude en la extracción y comercialización del molusco. Y sostiene que la investigación judicial desenmascará a quien le acuse de fraude. Las amenazas y expedientes de sanciones también están al orden del día por parte del cabildo de la cofradía contra los profesionales críticos, aseguran desde Nova Alternativa.

Pese a todas estas incidencias, la campaña marisquera 2013-2014 fue en Noia mejor que la anterior: por las dos lonjas de la cofradía noiesa pasaron más de dos millones de kilos de marisco, según las cifras oficiales facilitadas, y la facturación total fue de 9,3 millones de euros. Este dato supone una cuarta parte más que el del pasado año.

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