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Ibarra disfruta ya del tercer grado dos meses después de ingresar en prisión

Instituciones Penitenciarias atiende la razón de reinserción y buena conducta

Juan Ramón Ibarra, en una de las sesiones del juicio por su proceso.
Juan Ramón Ibarra, en una de las sesiones del juicio por su proceso.luis alberto garcia

Juan Ramón Ibarra está ya en libertad, dos meses después de entrar en la cárcel de Basauri (Bizkaia) para cumplir su pena de cuatro años, seis meses y un día. Lo hace desde ayer en condición de condenado a quien se le ha concedido con carácter extraordinario el tercer grado por entender Instituciones Penitenciarias que concurren en su persona una reinserción demostrada y un reconocimiento social en el ámbito donde se desenvuelve, principalmente en Bilbao.

La defensa de Ibarra, que ejerce el abogado Javier Beramendi, había solicitado el pasado mes esta medida de gracia después de que no prosperara la petición de indulto, reclamado por un amplio grupo de personas próximas al el ex jefe de la Inspección de Tributos de la Diputación de Bizkaia. Tras el análisis del informe, Instituciones Penitenciarias ha accedido a la concesión de este tercer grado que en un principio se considera inaccesible para muchos condenados habida cuenta de que se les exige legalmente haber cumplido al menos una cuarta parte de su condena.

En este caso, las especiales condiciones personales y profesionales de Ibarra han contribuido de manera determinante a esta rápida determinación de Instituciones Penitenciarias, que ayer fue conocida con inusitada rapidez en medios económicos y principalmente de la Hacienda vizcaína, donde ha dedicado la mayor parte de su reciente actividad.

Ibarra fue condenado en mayo de 2012 por el Tribunal Supremo a cuatro años, seis meses y un día por un delito continuado de falsedad en documento oficial. Tras conocer la sentencia del Supremo, que volteó el fallo anterior de la Audiencia Provincial de Bizkaia, Ibarra permaneció durante 16 meses en libertad, aprovechando todos los mecanismos que le brindaba la legislación para eludir la prisión.

Tras conocer el rechazo a su indulto, inició el cumplimiento de la pena en la prisión de Basauri el pasado 9 de febrero. El pasado 22 de marzo, este diario adelantó la voluntad de la defensa de Ibarra de solicitar este tercer grado con carácter extraordinario.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) admitieron como “lógica”, aunque incidieron en el escaso tiempo que había transcurrido desde su entrada en la cárcel. Una vez conseguido este tercer grado, Ibarra disfrutará de libertad todos los fines de semana y una semana al mes y solo tendría que ir a dormir a la cárcel de lunes a viernes, de donde podría salir cada día entre siete y ocho de la mañana habida cuenta de que dispone de una ocupación profesional.

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