El antiguo Mercat del Pla, convertido en centro comercial de moda
El edificio modernista albergará tiendas de moda de una decena de marcas reconocidas Los primeros quince días del mes será centro comercial, y la segunda quincena centro cultural
El edificio modernista del antiguo Mercat del Pla de Lleida, situado en el corazón del centro histórico de la ciudad, ha recobrado actividad después de haber permanecido cerrado durante más de una década. A partir de hoy, en el rehabilitado equipamiento municipal no se venderán los productos alimenticios tradicionales sino moda de primeras marcas.
El Mercat del Pla se ha convertido en un centro comercial con actividad permanente, con tiendas outlet y pop-up stores rotatorias de diferentes marcas, preferentemente de diseñadores catalanes independientes. Decenas de personas han empezado a desfilar a primera hora de esta mañana por las diferentes tiendas temporales que se han instalado en su interior y en varios solares colindantes en busca de oportunidades.
Este proyecto comercial, promovido por la firna Jamstores, supone un nuevo concepto de venta pionero en el sur de Europa. Es un modelo completamente flexible que cada mes busca sorprender al cliente ofreciendo nuevas marcas y nuevos productos en un entorno con mucha historia que reclama nuevas dinámicas.
Las pop-up stores del Mercat del Pla serán inicialmente de moda, con una combinación de marcas muy consolidadas y diseñadores emergentes. El centro comercial estará abierto como tal del 1 al 15 de cada mes, con una decena de marcas que irán cambiando mensualmente. Esta primera quincena los clientes han podido encontrar artículos rebajados de Sita Murt, Custo Barcelona, Textura, New Zeland Auckland, Javier Simorra, Boxley y Punto Blanco. La otra quincena, el edificio acogerá actividades culturales, gastronómicas y de ocio.
El alcalde de Lleida, Àngel Ros, se ha mostrado convencido de que con la apertura de 1.109 metros cuadrados de superficie comercial en el Mercat del Pla se conseguirá recuperar uno de los espacios patrimoniales más emblemáticos de la ciudad y, al mismo tiempo, dinamizar la actividad económica en un barrio degradado y con escasez de oferta comercial. Los vecinos ven con buenos ojos la iniciativa.
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