La salvación de 2.500 empleos de Fagor Electrodomésticos, en manos del juez
Un 70% de los puestos de trabajo de la cooperativa en Mondragón, Francia y Polonia dependen de que se autorice la venta de las marcas a la argelina Cevital
El futuro de gran parte de los puestos de trabajo de Fagor Electrodomésticos penden de una decisión judicial. Si el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de San Sebastián no autoriza la venta de las marcas del grupo cooperativo a la argelina Cevital, o esta renuncia a hacerse con las patentes, todo el plan de salvación laboral se desmoronará. Caerán como las fichas de un dominó las plantas de Brandt en Francia y, en cascada, las de Mondragón y Polonia. Y con ello se destruirían 2.500 empleos aproximadamente, de los que 530 corresponden a plantas de Gipuzkoa por las que pujan Cevital, el grupo catalán CNA y el fondo de inversión BHI, según fuentes conocedoras del proceso concursal en el que se halla inmerso Fagor.
El desenlace tiene como fecha límite el 11 de abril, cuando está prevista la última y definitiva audiencia —tras cuatro prórrogas— en el Tribunal de Comercio de Nanterre (cerca de París), cuyo titular deberá resolver el futuro de la actividad de FagorBrandt. Para esa fecha, el juez Pedro Malagón, encargado del concurso en España, deberá pronunciarse sobre los recursos presentados, tanto por Cevital como por la administración concursal de Fagor, contra el auto que incrementó de 25 millones a 35 el precio de las marcas que necesita adquirir Cevital.
El juez, a partir de una alegación interpuesta por la Abogacía del Estado, encareció en 10 millones el coste de las enseñas de Fagor (Brant, De Dietrich, Vedette, Sauter y Easycook) basándose en una valoración de marcas de 2005, ya “caduca y desfasada”, pues en aquella fecha la compañía facturaba más del doble y su rentabilidad era un 20% superior, aseguran las mismas fuentes. Un estudio realizado después del auto judicial de los 35 millones sitúa el valor actual de las marcas entre 13 y 24 millones. En los recursos, la firma argelina y los administradores solicitan al juez que permita la venta en las condiciones anteriores, para lo que adjuntan informes periciales sobre el valor real de Fagor.
En el caso de que Cevital mantenga su negativa a abonar los 35 millones, sobre las espaldas del juez Malagón recaerá la responsabilidad de aceptar o no los argumentos que esgrime la compañía argelina para hacerse con la propiedad industrial de Fagor. Si no se autoriza la cesión de las marcas, el tribunal parisino lanzará el proceso de liquidación de Fagor-Francia, lo que implicaría el fin de Polonia y la inviabilidad de la línea blanca de Mondragón. “El riesgo que está encima de la mesa en muy grande. Todo depende de la venta o no de las marcas”, afirman fuentes del concurso.
Un estudio reciente fija el valor actual de las marcas entre 13 y 24 millones
Todas las partes implicadas tenían acordada una salida al problema. Antes del auto que sube de 25 a 35 millones el coste de las marcas, Fagor, Cevital y los administradores habían firmado un preacuerdo para la cesión de las mismas. Sin las marcas en su poder, Cevital renunciará a adquirir los principales activos de la cooperativa, puesto que no podría comercializar sus productos.
En el mejor de los escenarios posibles, siempre que a Cevital se le permita hacerse con las enseñas internacionales de Fagor, se conseguiría recuperar un total de 2.580 puestos de trabajo: 1.400 en Francia, 650 en Polonia y 530 en el área de Mondragón.
Los ERE
El Juzgado de lo Mercantil Número 1 de San Sebastián ha acordado esta semana la suspensión del periodo de consultas de los expedientes de regulación de empleo (ERE) de Fagor Electrodomésticos, Edesa y Grumal a instancia de los 340 trabajadores por cuenta ajena afectados por estos despidos.
La plataforma de trabajadores por cuenta ajena de Fagor Electrodomésticos y Edesa asegura que la decisión se ha adoptado “al considerar que existen indicios suficientes que pueden suponer una vinculación de estas empresas en concurso con el resto de las empresas” de la Corporación Mondragón.
Según estos trabajadores, si se acredita la existencia de una vinculación de las concursadas con MCC, “ello podría suponer la inexistencia de la causa económica alegada por Fagor Electrodomésticos, Edesa y Grumal para justificar los despidos colectivos”.
En Francia, Cevital quiere rescatar las fábricas de línea blanca con una previsión de 1.200 empleos. Además, otros dos inversores podrían salvar otros 200 puestos adicionales en el país vecino. En Polonia, Cevital y un segundo inversor lograrían dar trabajo a 650 personas, el 50% aproximadamente de la plantilla total.
Y en Eukadi, Cevital y el grupo catalán CNA —opera con la marca Cata— pugnan por hacerse con las divisiones de línea blanca y pequeño electrodoméstico de las plantas de Garagartza (Mondragón) y Eskoriatza, que supondría emplear a 300 personas. Además, el fondo de inversión BHI está interesado por la actividad de confort de Geyser (Bergara), de fabricación de calentadores, con 230 empleos en juego.
El futuro de estos trabajadores queda a expensas de que la venta de las marcas de Fagor cristalice. El Tribunal de Nanterre no puede prolongar más allá del 11 de abril su decisión sobre FagorBrandt, dado que la empresa “ya no tiene tesorería para sostener la actividad y las plantas francesas están completamente paradas. Y el fin de Francia arrastraría consigo a Polonia y Mondragón”.
Las 530 plazas que están en el aire en el área de Mondragón su sumarían a las 857 recolocaciones que la Corporación Mondragón dice haber consumado en cuatro meses en 55 cooperativas. Del empleo societario —muchas reubicaciones se han hecho a costa del despido de personal eventual—, Fagor podría repescar a cerca de 1.400 cooperativistas, aproximadamente el 70% de los que existentes antes de su cierre.
Fagor, Cevital y los administradores tenían firmada la cesión de patentes
Uno de los socios reubicados es Imanol Bolinaga, soltero y de 54 años de edad —los últimos 34 como operario de Fagor—, a quien le llamaron a mediados de febrero de la oficina de empleo de la corporación para ofrecerle trabajo en Fagor Ederlan, dedicada al sector de la automoción. “No es mi oficio, pero es trabajo al fin y al cabo. Por eso acepté, aunque podía haber aguantado dos años en el paro y acogerme a la prejubilación por superar los 55 años”, comenta este cooperativista.
Bolinaga opina que la recolocación de sus compañeros está siendo “difícil” porque “existen muchas problemáticas”: “Los que están muy preocupados son los compañeros que tienen 35-40 años, con cargas familiares, y no encuentran un destino. Esos sí están viviendo un drama”.
Para paliar este tipo de situaciones, entre otras, el Departamento de Innovación de la Diputación de Gipuzkoa hizo una aportación de un millón de euros “de forma ágil”, explica un portavoz foral, a la Agencia de Desarrollo Comarcal Debagoiena para la puesta en marcha de 24 proyectos de emprendimiento y empleabilidad, fruto del diagnóstico que hicieron las instituciones de esta comarca.
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