La oposición reprocha a Barberá que haya claudicado con el Parque Central
El PP se queda solo en la aprobación de la ordenanza de ocupación de la calle
El Parque Central de Valencia no es un trozo de jardín sino una operación diseñada hace casi tres décadas para suprimir la barrera ferroviaria que divide en dos la capital, le reprocharon ayer los grupos de la oposición a la alcaldesa Rita Barberá. Los tres le acusaron de haber claudicado ante el Ministerio de Fomento, al aceptar que el soterramiento de las vías en el centro de la capital se aplace sine die.
“Es la clave de bóveda de la ciudad, nuestro muro de Berlín”, echó mano el concejal socialista Vicent Sarrià, quien, en términos duros, criticó “la rendición, impotencia e incapacidad” de Barberá para defender ante el Gobierno español el proyecto de Parque Central original. El consejo de administración de la sociedad Valencia Parque Central y el Ayuntamiento de Valencia han apostado por ejecutar un 40% del parque —en aquellos suelos que no están afectados por las vías del tren— y postergar el soterramiento del ferrocarril. Adif, sociedad pública del grupo Fomento, reconoció que las prioridades presupuestarias del Gobierno español no eran, de momento, enterrar las vías.
El Parque Central “es una víctima del desplome inmobiliario y de los recortes”, agregó el portavoz de EU, Amadeu Sanchis, quien auguró que la renuncia de Barberá retrasará la ejecución final del proyecto. Joan Ribó, portavoz de Compromís, admitió en referencia al trozo de jardín que se licitará antes del verano que “mejor es poco y muy tarde que nada y nunca”, pero lamentó que el Ayuntamiento de la capital tenga que avalar un crédito de 45 millones de euros para sostener solo una parte mínima del parque.
El vicealcalde, Alfonso Grau, reiteró que el Gobierno local “no renuncia a nada” y el planteamiento es que la sociedad Parque Central “pueda ir haciendo frente a los pagos” hasta que se generen las plusvalías inmobiliarias previstas en un principio para sufragar el proyecto. “Ustedes trajeron el AVE”, dijo dirigiéndose a los socialistas, “pero nosotros haremos el parque”, concluyó Grau.
Senent se disculpa tras hablar de “desviaciones” homosexuales
El debate se agrió todavía más cuando el pleno abordó la ordenanza de ocupación de la vía pública, que, en opinión de la oposición, restringe el uso ciudadano de las dos plazas más céntricas de la capital y permite el despliegue de terrazas en detrimento de los derechos de los peatones.
Félix Crespo, concejal responsable del texto, se escudó en que la ordenanza pone al día cuestiones que no estaban debidamente reguladas. “No somos los dueños de la calle”, respondió a la oposición. PSPV, Compromís y EU afearon a Crespo que no haya consensuado el contenido. “La calle es de todos”, le recordó el edil socialista Salvador Broseta. La norma se aprobó con los únicos votos de los populares.
Llegaron entonces los puntos del orden del día sobre la Hacienda municipal y el debate derivó hacia las “desviaciones” homosexuales en lugar de las presupuestarias. El concejal socialista Pedro M. Sánchez acusó al delegado de Hacienda, Silvestre Senent, de elaborar unas cuentas disfrazadas a lo Brad Pitt, que solo son una cara bonita, a lo que el concejal del PP respondió que él prefería a Angelina Jolie. “Yo no me fijo en eso, yo no tengo esas desviaciones”, deslizó Senent.
En su turno, la edil de EU Rosa Albert afeó sus palabras a Senent: “Señor Senent desviación no, orientación sexual”, le espetó la edil. Pero la polémica corrió como la pólvora por las redes sociales —con críticas desde los grupos de la oposición y colectivos como Lambda—, donde se le pidió una rectificación por sus declaraciones “homófobas”. Senent expresó sus disculpas y señaló, como indicaron fuentes del Gobierno local, que “si alguien ha interpretado mal” sus palabras pedía perdón.
El Gobierno abre el proceso para retirar a los Barrachina la Piscina
Previa interpelación de los socialistas, Barberá tuvo que explicar su conversación telefónica con Juan Cotino sobre la situación de Emarsa, inmersa en una investigación judicial. “Lo único que le dije al señor Cotino fue: Juan, por favor, recibe a Maria Àngels Ramón-Llin”.
La Junta de Gobierno Local inició el proceso para retirarle la concesión de la Piscina Valencia y los locales anexos a Hosva, sociedad de los Barrachina, porque debe más de 300.000 euros de canon al Consistorio. El Gobierno local aclaró que si paga interrumpirán el proceso. Compromís, que aireó la deuda, criticó al Gobierno de Barberá por tardar cuatro en reaccionar.
El pleno empezó y concluyó con la lectura de dos declaraciones institucionales. La primera dedicada a reconocer la figura del expresidente Adolfo Suarez y la última, leída por la propia alcaldesa, de reconocimiento a la labor que el periodista Joaquín Marín realizó durante tantos años como responsable de información municipal en Radio Valencia-Cadena Ser.
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