El Hospital de Alicante construye un laboratorio sin licitación pública

El Hospital General de Alicante está construyendo un laboratorio clínico cuyo proyecto permanece en la más absoluta oscuridad. Lo único que se sabe es que se están efectuando sin licitación pública; pero no su presupuesto ni a cargo de qué partida se van a pagar.

Ni la Consejería de Sanidad ni la dirección del hospital han sido capaces de aclarar el proceso seguido para hacer estas obras. La UGT ha presentado a fiscalía un escrito con sus sospechas de irregularidades en la construcción de un macrolaboratorio en el centro.

Además de la falta de un expediente que aclare todas las dudas originadas con esta obra, que comenzó el pasado 4 de marzo, el sindicato teme que se acabe privatizando el servicio de análisis clínico de un laboratorio que hace siete años tuvo una inversión pública de 1,4 millones.

Con un goteo constante de escándalos judiciales relacionados con irregularidades en la contratación y licitación de diversos servicios en la Administración valenciana, el sindicato acudió a la Justicia ante las evasivas de la gerencia, a la que reclaman información desde hace más de un mes.

Entre obra y tecnología de laboratorio, la UGT estima en dos millones de euros el coste del nuevo espacio que se está habilitando en la planta baja del llamado Edificio Gris. La concurrencia pública es obligada en el sector público siempre que se superen los 18.000 euros de coste.

Sanidad y la gerencia del hospital han respondido al sindicato con un texto idéntico que no aclara si existe un presupuesto para un laboratorio de 900 metros cuadrados. El comunicado simplemente apunta a que las obras se están realizando con un contrato menor y que el nuevo centro reducirá los costes de los laboratorios entre un 10 y un 15% al reubicar todas las dependencias de análisis clínico en un mismo lugar.

“Queremos que se pare la obra y se explique”, apuntó Antonio Antón, responsable de Comunicación de UGT en el centro. “Llama la atención que para una obra menor desplacen servicios como el de informática, hemodiálisis o el de documentación”, matizó Antón sobre la reforma que comenzó con la demolición del antiguo servicio de rayos X del centro.

Privatización del laboratorio

En el escrito presentado ante fiscalía por el secretario general de la federación de Servicios Públicos de UGT del País Valenciano, Luis Lozano Mercadel, se aventura incluso que “el equipamiento del laboratorio va a ser financiado por dos importantes laboratorios de reactivos a cambio del desembolso que la puesta en marcha del laboratorio entraña”.

La gerencia del hospital, según el sindicato, les ha explicado a viva voz, nunca por escrito, que se está creando “un laboratorio integral, que funcionaría las 24 horas y daría servicio al resto de la provincia”. Sería explotado externamente mientras que el coste de los reactivos (las sustancias usadas en los análisis de sangre) lo marcaría la gerencia.

UGT cree que detrás de este macrolaboratorio está el pago de la deuda a una multinacional suiza con la que la Generalitat arrastraría una deuda importante. Ni sindicato ni Generalitat aportan nombre alguno al respecto. La única empresa suiza que se ha quejado públicamente por los impagos a proveedores de la Sanidad valenciana son los laboratorios Roche, que en 2011 manifestaba a Efe estar en conversaciones con la consejería para solucionar una deuda cuyos pagos oscilaban entre los 600 y los 900 días de retraso.

En la actualidad, en el laboratorio del General trabajan entre 75 y 80 personas, el doble que en cualquier otro centro de la provincia. Realizan pruebas que determinan patologías. “Las pruebas salen al día, no se entiende lo que quieren hacer”, protestó Julia Martínez, secretaria general de Sanidad en L'Alacantí-Les Marines y en el propio hospital.

El sindicato recordó que en 2007, Sanidad se gastó 1,4 millones en robotizar los laboratorios del General, que lamentarían que acabara en manos privadas.

En su comunicado, Sanidad defiende que “las casas comerciales con las que se trabaja no realizan ninguna aportación más allá de la valoración y ajustes oportunos” que los aparatos puedan necesitar tras su traslado.